Fotograma de una escena de "Todo por la patria", con el momento en que Rosa se despedía de su hermano, quien partía al frente de la Guerra del Pacífico. Imagen publicada en "La Semana Cinematográfica" del 30 de mayo de 1918.
En 1918 estaba aún en boca de todos el tema de la Guerra del Pacífico, pasados ya más de 40 años de su estallido. Las tensiones diplomáticas y militares con Perú por la cuestión de Tacna y Arica mantenían caliente el tema de la conflagración por el salitre, de modo que la conmemoración inevitablemente solía enredarse también con el fluir natural del patriotismo e incluso con la propaganda. En este mismo impulso nace el drama "El jirón de la bandera. Opereta chilena en tres actos", obra basada en la Toma del Morro de Arica del 7 de junio de 1880, original del maestro y músico español Luis F. de Retana, escrita hacia el Primer Centenario Nacional, de gran popularidad cuando fue llevada a los teatros en esos años.
Sin embargo, el propio Retana comenzó a sentirse tentado con dar un paso más alto y llevar "El jirón de la bandera" a las salas de cine, echando mano a un recurso que, si bien ya había superado su primera y experimental etapa en Chile con los documentales cortos, todavía estaba en la fase del llamado teatro filmado, con pequeñas producciones como la de Adolfo Urzúa Rosas en 1910, "Manuel Rodríguez", apareciendo así también largometrajes como el de 1916 de Salvador Giambastiani, titulado "La baraja de la muerte". El nuevo proyecto cinematográfico basado en la obra de Retana, todavía en plena era del cine mudo y en blanco y negro, se concretó en 1918: "Todo por la Patria", nombre que estaría casi olvidado en la historia cultural y popular si no fuera por algunas pocas menciones que aún se hacen en medios escritos. Creemos que el título puede estar inspirado en el drama homónimo de cinco actos del italiano Raffaello Giovagnoli, además: "Celina de Albear, o todo por la patria", de 1872.
La casa productora y los talleres de edición del largometraje fueron de la firma Hans Frey y Cía., para este caso convertida en H. Frey Film. Su propietario era de origen suizo y tenía la sede en Valparaíso, involucrado también en las ventas fotográficas y discográficas. El primer trabajo importante de esta empresa había sido un documental corto del año anterior llamado "Actualidades porteñas" y que se proyectaba en los cines como noticiero. Ahora, el nuevo proyecto iba a ser dirigido por Arturo Mario, cineasta argentino quien había estado a cargo ya de otro trabajo con sello de Frey Film: el largometraje de ficción "Alma chilena", de 1917. Debió fungir también como director artístico de la película en planes. Acompañaría a Mario en la dirección su esposa y compatriota María Padín, quien actuó también en "Alma chilena". El guion y la adaptación fueron encargados al propio Retama, mientras que la producción correspondió a Carlos Eckardt Zuñiga, gran colaborador de Frey, y la dirección de fotografía al camarógrafo Francisco von Treuber. Este último estuvo ese mismo año en la realización del largometraje "La avenida de las acacias" y en el documental "Los submarinos en aguas chilenas", así como también en el mencionado"Alma chilena".
Los actores de "Todo por la patria" fueron cuidadosamente seleccionados por la producción, además. Serían los propios directores Mario y Padín, "completamente chilenizados" según decía de ellos Augusto Pope en la revista "Cine Gaceta", pero se incluía allí a los artistas chilenos María Quezada (con el rol de Celestina en "Alma chilena"), Pedro Sienna (ex galán de la compañía del español Bernardo Jambrina y futuro protagonista de "El húsar de la muerte"), Nicanor de la Sotta (el capitán San Bruno en "Manuel Rodríguez"), Nemesio Martínez (quien fue Toño en "El hombre de acero", en donde actuó también Sienna) y Luis Romero Z. (creador del papel del roto Pancho en "Alma chilena"). También aparecen en el reparto Raquel Güller, Luis Cavero y A. García.
Los chilenos esperaban con entusiasmo poder asistir a las salas para ver la anunciada obra patriótica. En su edición de la segunda quincena de febrero de 1918, la revista "Cine Gaceta" ya calentaba los ánimos con una nota en donde se lee que la casa Frey acababa de terminar las filmaciones y prometía que iba a ser una obra superior a su anterior "Alma chilena", trabajo que debía ser considerado "dadas las condiciones en que se hizo, como un afortunado ensayo", entregando también a los productores la experiencia necesaria para verterla ahora en el nuevo proyecto. Junto con aplaudir su "espíritu nacionalista en que está inspirada la dirección de la Frey Film", agregaba Pope sobre la realización:
En Chile han fracasado todos los esfuerzos para formar el teatro nacional. ¿No sería un éxito formidable y definitivo para el cinema el poder formar por sí solo el teatro mudo nacional?
El Gobierno, por su parte, ha prestado a las iniciativas patrióticas de Frey Film un apoyo franco y efectivo. Dos mil individuos de tropa, comandados por sus propios oficiales y equipados con trajes y armamentos de la época de la Guerra del Pacífico, han sido proporcionados para algunas escenas.
Efectivamente, los hombres fueron "prestados" por el Regimiento Maipo de Valparaíso, aunque supuestamente en número de 1.000 y no el doble según versiones como la Jorge Leiva en una revista "En Viaje" de enero de 1969, artículo "El tema en el cine chileno". No obstante, a cifra de 2.000 personas formando parte de las escenas de conjunto era defendida en el aviso publicado en la víspera del estreno, agregando que "fueron dirigidas por la propia oficialidad", con equipos, armamentos y artillerías de época proporcionados por el gobierno del presidente Juan Luis Sanfuentes. Volvemos al texto de Pope:
Los anacronismos han sido cuidadosamente evitados y hasta los trenes históricos han sido facilitados galantemente por el señor Luis Vargas Salcedo, administrador de zona de los Ferrocarriles del Estado.
La obra ha sido ajustada estrictamente a la verdad histórica. Se han salvado con exquisito tacto todos los escollos que pudieran herir la susceptibilidad del pueblo peruano y es exaltado el heroísmo de los dos bandos en lucha.
Hemos tenido ocasión de asistir al ensayo de algunos trozos del positivo. Con satisfacción podemos declarar que la fotografía es impecable, sin diferencia alguna con las mejores vistas americanas.
Anuncio de la casa Hans Frey Film sobre el próximo estreno de "Todo por la patria" en la revista "Cine Gaceta", año 1918.
"Todo por la patria" en anuncio de "La Semana Cinematográfica", mayo de 1918. Anuncio en los días de haber sido estrenada.
Fachada del Cine Alhambra de Santiago en la revista "Cine Gaceta", octubre de 1917. Uno de los cines del estreno de "Todo por la patria" en Santiago.
Fachada del pasaje comercial y el Teatro Unión Central, en los años veinte. Fue el otro cine del estreno de "Todo por la patria" en la capital. Fuente imagen: colecciones de Pedro Encina, Flickr "Santiago Nostálgico".
La actriz argentina pero chilena por adopción, María Padín, codirectora y actriz de "Todo por la patria", en imagen publicada por la revista "La Semana Cinematográfica" en 1918.
Anuncios de las proyecciones de "Todo por la patria" durante su semana de estreno en Santiago, publicados en el diario "La Nación".
El estreno fue agendado para el viernes 3 de mayo de 1918 en los teatros porteños Colón y Alhambra, salas que resultaron con lleno total. Iba a tocar turno a Santiago días después, en los teatros Unión Central, de Ahumada entre Moneda y Agustinas, y Alhamabra, en San Antonio esquina Monjitas. Casi desde el principio, además, la película fue conocida y muchas veces presentada como "Todo por la Patria (o el Jirón de la bandera)", pues era imposible que se separara de la entonces popular obra matriz de Retana.
De acuerdo a descripciones como la hecha por Eliana Jara Donoso en su libro "Cine mudo chileno", el argumento de la obra giraba en torno un dueño de fundo cuyo hijo primogénito se había enamorado y comprometido con Rosa, la hija de modestos inquilinos de su propiedad. Eran dos familias en pugna, entonces, una rica y otra pobre que se lo llevaban entre sí a lo Hatfields y McCoys, más un amor prohibido en los estándares sociales de la época en que se desarrolla la trama, se entiende, aunque los dispares novios lograran burlar a sus hogares para estar juntos. En tanto, ha estallado ya la Guerra del 79 y los corazones se inflaman de patriotismo, ofreciéndose para ir a la lucha. Se salta así a los campamentos del Regimiento 4° de Línea, en donde se han reclutado como voluntarios dos seres queridos de la muchacha: su hermano Luis y su novio, quienes liman asperezas allí entre la camaradería. A pesar de todas las resistencias del padre de este último, sin embargo, el señor acaba perdonando a su hijo al regresar desde la guerra y acepta que ambos novios se casen motivado sólo por el amor a la patria, porque se entera de que el hermano de la muchacha ha perecido heroicamente en la Toma del Morro de Arica. Trama sencilla y sin complejidades, pero suficiente para encantar al público de entonces.
Cuando correspondió a la capital poder ver el filme, el éxito también fue instantáneo. La primera proyección realizada el martes 21 de mayo, en el aniversario del Combate Naval de Iquique y el Día de las Glorias de la Armada de Chile, fue tan concurrida que quedaron más de 1.000 personas afuera de ambas salas, según declaraba un inserto en la revista "La Semana Cinematográfica" sólo dos días después. En esos momentos ya estaba siendo proyectada también en el Teatro Septiembre (Setiembre) de Alameda de las Delicias con Lira, con dos tandas diarias en tarde y noche. Se sumaría a continuación el Teatro Brasil, ubicado enfrente de la plaza del mismo nombre.
La expectación había sido enorme no sólo por el contenido patriótico de la obra de no se sabe ya cuántos minutos, sino también porque fue astutamente promocionada como la "primera película nacional", cosa no muy exacta. El diario "La Nación" del día siguiente al estreno comentaba positivamente sobre el evento:
Sin lugar a dudas, ha sido un triunfo, y el más legítimo para la cinematografía chilena, el estreno de la película "Todo por la patria", de la Frey Film de Valparaíso, que se pasó ayer en los cinemas Alhambra y Unión Central.
(...) Nada tiene que envidiar esta cinta a las que nos llegan del extranjero y sí, para nosotros el mérito precioso de contener episodios de nuestra historia patria, reconstituidos de acuerdo con la verdad buscada en los propios documentos de la época. Así, por ejemplo, la escena de la intimación al jefe de las fuerzas peruanas que defendían al Morro de Arican, el general Bolognesi, hecha por el mayor chileno Salvo, enviado como parlamentario, es de perfecta realidad.
(...) Las partes filmadas en La Calera y alrededores, en el fundo de don Rafael Ariztía, tienen el sabor más intenso de la vida mansa y sencilla de nuestros campos. Con mucho talento han sido elegidos los paisajes que encierran las escenas de todas estas partes de la película.
La interpretación ha sido uno de los mejores triunfos que ha alcanzado "Todo por la patria" y vemos así, a artistas que actuaron en otra cinta o a algunos que nunca posaron ante el cinematógrafo, expedirse con el acuerdo de avezados e inteligentes filmadores. María Padín, ya conocida nuestra, tiene en "Todo por la patria" el papel protagonista y desenvuelve su actuación de manera amplia y sincera. Otro tanto podemos decir de la señora Retana, que hace el rol de Marta, a pesar de no haber actuado anteriormente en películas, en forma muy encomiable. María Quezada es la otra intérprete femenina de esta cinta; su trabajo es de todo punto sobresaliente.
Por su lado, junto con felicitar rotundamente "a la casa editora, al autor y a los actores", decía la gaceta "La Semana Cinematográfica" del jueves 23:
Se ha estrenado por fin en Santiago la película "Todo por la Patria", y su presentación simultáneamente en el Alhambra y en el Unión Central, ha constituido un éxito que sin exageración se puede calificar de colosal.
La Casa Hans Frey, filmadora de la cinta, y su autor, el señor Luis F. de Retana, deben sentirse satisfechos y orgullosos del doble triunfo que han obtenido tanto en el puerto como en la capital, lo que no es sino un halagador augurio del éxito enorme que esta cinta está destinada a obtener en toda la República.
Sin tiempo para hacer un estudio de esta cinta, la cuarta que produce la cinematografía nacional, nos limitaremos por ahora, en los premiosos momentos de cerrar nuestra revista, a dejar constancia de que ella marca un gran paso adelante en el desarrollo de la industria filmadora en nuestro país.
La única crítica importante que se puede rastrear sobre la película es en la que se suponía su escena más elocuente y dramática: la Toma del Morro de Arica. Además de incluir un pasaje con el salto heroico del coronel peruano Alfonso Ugarte desde el peñón hacia el mar, sobre su caballo y cargando la bandera de su patria según lo que reza más bien la tradición (a pesar de lo mucho que presumía la producción sobre el ajuste histórico del guion), tenía serios problemas en la actuación por parte de los extras. El crítico del diario "La Nación" comentaba así que "no es nuestro propósito elogiar lisa y llanamente esta cinta" y, por esta razón, confesaba de aquella escena bélica que "no hay la misma propiedad escénica que en el resto de la película". En su impresión, pues, allí "los soldados están haciendo una simple esgrima de bayoneta". No obstante, de entre toda esta secuencia se destacaba la escena de la muerte del personaje interpretado por De la Sotta, "impregnada de un realismo impresionante en alto grado".
Comentarios, fotografías de los directores y escenas del campamento militar de "Todo por la patria", en la revista "Cine Gaceta" poco antes del estreno oficial.
Escenas de "Todo por la Patria" en la revista "La Semana Cinematográfica", mayo de 1918.
Imágenes de la película facilitadas por Marcelo Cortés al portal cinematográfico CineChile: Enciclopedia del Cine Chileno.
Una de las famosas imágenes de la Toma del Morro de Arica en el filme, publicada años después en una edición de la revista "Ecran", enero de 1969. Fueron las escenas más dramáticas de todo el filme, aunque también las más criticadas.
Luis Romero y Z., en imagen publicada por la revista "Ecran" en 1965. Fue uno de los actores más elogiados por su desempeño en "Todo por la patria" en 1918, pero poco después su carrera cinematográfica se vio truncada por un accidente que lo mutiló.
En el siguiente número de "La Semana Cinematográfica", una semana después del estreno, la encargada de la crítica de espectáculos, Lucila Azagra, aportaba más conclusiones sobre la acogida que tuvo la obra dirigida por Mario y Padín:
En cuanto a la impresión personal que la obra nos haya producido, debemos confesar, francamente, que no sabríamos ser imparciales, ya que el éxito de "Todo por la Patria" tiene la significación de ser un triunfo nacional y, sobre todo, triunfo de nuestra naciente industria cinematográfica.
Nos limitaremos, pues, a decir que el público no sólo ha encontrado esta pieza muy de su agrado, sino que la ha aplaudido con entusiasmo. Al ver pasar por la tela los paisajes de nuestros campos y al moverse en ella a los sencillos pobladores de nuestras aldeas, así como al ver escenas patrióticas del asalto y la toma del morro de Arica por nuestros propios soldados de línea, el aplauso brotaba espontáneo, vigoroso, ardiente, entusiasta, de todos los ámbitos de la sala. Algo de un soplo patriótico parecía que flotaba en el ambiente y electrizaba los corazones.
Curiosamente, además, a fines de ese año se seguía ofreciendo el melodrama patriótico "El jirón de la bandera" que inspiró a la película: aparece en cartelera del Teatro Politeama, a espaldas del Portal Edwards. En diciembre, durante la temporada de verano, las presentaciones de la obra eran realizadas por la Compañía Chilena de Comedias Báguena-Bührle, creada por Enrique Báguena y Antonio Bührle y de la que fue parte el gran actor Alejandro Flores. Era la primera compañía teatral auténticamente chilena que se había fundado hacía más de un año ya.
La buena recepción del filme prometía más ganancias a los productores y la casa Frey produjo a continuación nuevas obras, como un documental titulado "El gran temporal de Valparaíso" en 1919, dirigido por Eckardt y mostrando el desastre climático de ese año en el puerto. Sin embargo, en una burla del destino la compañía cinematográfica tuvo un abrupto final cuando se quemaron sus talleres y estudios, muy poco después, perdiéndose valioso material allí producido y el de proyectos que nunca pudieron concretarse.
Todas las copias que tenía H. Frey Film de "Todo por la patria" fueron consumidas por el fuego aquel día. Sin embargo, "La Semana Cinematográfica" albergaba esperanzas de recuperar un último rollo, en su edición del 10 de abril de 1919:
Con motivo del incendio de los talleres de la casa Hans Frey, de Valparaíso, quedaron destruidos los negativos y copias de la cinta "Todo por la Patria".
Felizmente, el autor de la obra, el señor Luis Retana, acababa de retirar tres días antes una copia que le pertenece, según contrato. Esta copia es ahora la única existente, siendo imposible hacer otras por la pérdida de los negativos.
Según su contrato, el señor Retana puede exhibir su copia en Argentina y otros países, pero no en Chile. La Empresa Hans Frey, que tenía la exclusividad para Chile, ya no puede exhibirla tampoco, por falta de copia. Para que podamos verla, pues, de nuevo en nuestros cines, es necesario que se produzca un acuerdo entre el señor Retana y la casa Hans Frey.
No sabemos si aquella copia del filme se pudo recuperar para las exhibiciones en Chile, otra vez. El portal CineChile: Enciclopedia del Cine Chileno se reproduce un afiche que podría haber pertenecido a la película, pues lleva su nombre y muestra un dibujo con el Morro de Arica al fondo, pero que incluye la fecha de 1920 con una dedicatoria a la Cruz Roja de Viña del Mar. No ofrece más explicaciones sobre su origen. Por su lado, en "Historia de Temuco. Biografía de la capital de la frontera", Eduardo Pino Zapata sugiere que "Todo por la patria" fue exhibida en el Teatro Tepper de la ciudad en los "años locos" de la década del veinte, sin muchos más detalles.
Después de "Todo por la patria", Mario y Padín estuvieron en el filme "Manuel Rodríguez", largometraje de 1920 en donde vuelven a trabajar con Sienna y De la Sotta. Cinco años después, Sienna es protagonista y director de "El húsar de la muerte", dedicado al mismo prócer de la Independencia. Mario Godoy Q. aporta una curiosa información sobre lo que sucedió con su colega Romero, en un artículo titulado "En la huella del cine chileno. La Toma del Morro de Arica en 'Todo por la patria'" de la revista de espectáculos "Ecran" del 2 de marzo de 1965:
Se nos olvidaba anotar la actuación en esta película de Luis Romero y Z. Y a propósito de este inquieto hombre del teatro chileno, que hizo una labor cinematográfica que es necesario destacar, aun cuando fue modesta, se nos viene a la memoria una anécdota que protagonizó en medio de una tragedia que soportó con conmovedora entereza. A fines de 1920 sufrió un accidente del tránsito a consecuencia del cual perdió una pierna. Cuando se la amputaron, pidió a los médicos algo extraño: que se la guardaran en alcohol hasta que le dieran el alta. Cuando abandonó el hospital, se fue con su pierna en compañía de varios amigos, al cementerio, la enterró y le puso una lacónica lápida que decía: "Aquí metió la pata Luis Romero y Z"…
Sus últimos años lo encontraron convertido en dirigente de los artistas de circo.
No parecen haber sobrevivido en Chile posibles otras copias del filme "Todo por la patria" como para poder mostrarlo en nuestra época, para infelicidad de muchos, salvo una que otra imagen de los fotogramas reproducidas en medios de noticias cinematográficas como los acá citados. Tal vez esté alguna por ahí, aún aguardando por su hora de volver a sentir la luz tibia de un viejo proyector encima. Sospechamos que se trató, además, del primer largometraje ficción involucrando directamente a la Guerra del Pacífico como tema, ya que los antecedentes de este contenido son más bien documentales, como el corto "Desfile de veteranos del 79 (frente a delegación argentina)" de 1902. Muchas otras dudas quedarán en el aire sin la posibilidad de acceder a aquellas preciosas imágenes mientras sigan perdidas, por desgracia. ♣
Comentarios
Publicar un comentario