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CON LA CORBATA EN LA FRENTE: EL GUIDO'S CLUB

Avisos publicitarios del Guido's Club, publicados por el suplemento "Estreno" del diario "La Tercera de la Hora" durante el último trimestre de 1971.

Casi en las márgenes entre barrio Mapocho y Parque Forestal, el llamado Guido's Club era una mezcla entre boîte, bar, cabaret, discotheque y nigth club abundante en lindas señoritas, artistas y bailarinas ligeras de ropa. Dirigido especialmente al público masculino, entonces, tenía las características que eran propias de los negocios de diversiones que atraían al público santiaguino entre fines de los años sesenta e inicios de los setenta, cuando ya iba quedando atrás la época de los dancing clubs y las quintas de recreo "modernas". Se lo recuerda, además, como uno de los últimos establecimientos que alegraban las noches en el barrio de la calle Esmeralda, manteniendo rasgos y legados que se remontaban a otros como el Can-Can, el Patio Esmeralda, el Club Alemán, la Posada del Corregidor o el restaurante del café Dresden, en la misma vía.

El Guido's Club, a veces mencionado también como Guido's Bar, se encontraba específicamente en calle Mac-Iver 711, esquina nororiente del cruce con Esmeralda. Ocupaba gran parte del zócalo de un edificio de líneas sencillas estilo medio siglo que aún existe, aunque por entonces ostentaba cierta elegancia que alguna vez fue propia de toda esta cuadra junto a la calle Miraflores y ya encima del Parque Forestal. Era el mismo local comercial en donde había existido antes una tienda y reparadora de radios, justo en ese vértice. Ahora, con carteles luminosos se anunciaba al Guido's en el exterior, ofreciendo una decoración modernista en su interior dividido en sala principal con espacios menores laterales, incluyendo arquerías, sillones con mesitas de centro y rostros parecidos a máscaras de demonios colgando en las paredes.

A la inauguración del negocio en 1969 había concurrido el fotógrafo Julio Bustamante Sotelo: hay cuanto menos una imagen suya de la fiesta de apertura en los archivos del Museo Histórico Nacional. El nombre del club venía de uno de sus fundadores y artistas estables, además: Guido di Roma, "la voz romántica de Italia". Estos meses en los inicios no fueron del todo alegres, sin embargo: el Guido's fue uno de los afectados por las arremetidas de las autoridades haciendo valer las normas y permisos en el verano de 1970, ocasión en que fue cerrado. Poco tiempo después, con la llamada Operación Clausura realizada para forzar que se acatar el artículo 174 de la Ley de Alcoholes, en la noche del viernes 20 de febrero y cuando el club ya estaba clausurado, volvió a ser multado al descubrirse que estaba violando el cierre obligatorio. Otros negocios que acabaron castigados en el mismo barrio cercano al cerro Santa Lucía fueron el club El Loro Perjuro de Merced 835-B y las discotheques La Guarida de Monjitas 391 y La Peña del Diablo en Miraflores 397.

Ya superado aquel traspié, el establecimiento aseguraba ofrecer al público la mejor diversión, tragos, compañía y hasta simpatía, con todo lo que eso signifique. Formaron parte de su primera generación de artistas en el lugar, hacia 1971 y 1972, el conjunto Fórmula 5, Antonio Oliva "y su guitarra viajera", el Conjunto Guido's (músicos de la casa), Dino "el mozo que canta" y el Conjunto Los Tanos. Había cierto interés por ofrecer una cartelera más moderna y novedosa que otros negocios que todavía parecían anclados en los clásicos de la escena nocturna y los espectáculos de Santiago.

En aquellos mismos años se presentó también el cantante boliviano-chileno Alfredo Acebey, de quien se recuerda había sido integrante de la banda musical tocopillana Los Golpes, cuyo sonido estaba a tono con la moda dirigida en esos años por Los Ángeles Negros. Curiosamente, a pesar de algún grado de fama pecaminosa y libertina del club en donde subía a ofrecer sus artes, Acebey ya había sentido una epifanía religiosa muy profunda en Santiago de Chile en 1970, por lo que, poco tiempo después, optaría por convertirse en predicador viajero, recorriendo casi todos los países de habla hispana en estas misiones autoimpuestas.

Día de la inauguración del Guido's Club en fotografía de Julio Bustamante Sotelo. Imagen hoy perteneciente a los archivos fotográficos del Museo Histórico Nacional.

Ejemplos con algunos de los primeros avisos publicados por el Guido's Club en el suplemento de espectáculos "Estreno", del diario "La Tercera de la Hora".

Aviso del Guido's Club en el diario "La Tercera de la Hora", en julio de 1972.

Recuerda el periodista de espectáculos Osvaldo Muñoz Romero, Rakatán, en sus “¡Buenas noches, Santiago! medio siglo del espectáculo nocturno capitalino”, que el club tenía un cariz de pianobar y fue parte de la primera generación de discotheques conocidas en la capital chilena. En su publicidad a inicios de los setenta se presentaba como "Un lugar distinto, para gente distinta, con un ambiente distinto", mientras que una imagen frecuentemente insistida en sus avisos era el retrato en contraste de un enfiestado sujeto, con una corbata atada en la frente. Se trataba del propio Guido di Roma posando como un clásico y divertido icono de las clases ejecutivas y de oficinistas a la hora de haber salido de sus lugares de trabajo y comenzar a celebrar con baile y alcohol, algo que se usó algunas veces también en el posterior programa de humor televisivo "Jappening con Ja", para caracterizar al beodo personaje Canitrot de Fernando Alarcón.

Quizá en algún interés por enfatizarse como atracción para público joven, en los avisos que por entonces publicaba el club en el suplemento "Estreno" del diario "La Tercera de la Hora", particularmente desde julio de 1972, podemos leer el siguiente mensaje bajo las imágenes de las chicas bailarinas del lugar: "Sus propietarios Cornejo y Fernández Ltda. los socios más lolos de Chile, le aseguran que sólo hay 2 maneras de pasarlo bien: una es en el Guido's Club, atendido por Toño el único". Agregaban los avisos que "Nunca tantos lo pasaron tan bien con tan poco" y, finalmente, "Nota: exclusivos, joviales y positivos 'éntrele compadre'. Amargados, agua fiestas y negativos 'forty'".

Rakatán Muñoz agrega que el Guido's era frecuentado por personajes como el actor español Jorge Mistral. El astro había conquistado el éxito en México pero se había venido a Sudamérica a mediados de los sesenta, contratado en términos muy convenientes para él por Panamericana TV, actuando así en telenovelas. Durante sus giras conoció el local en Chile y parece haberle gustado lo suficiente para hacerse cliente mientras pudo, antes de retornar a México y, tristemente, con su salud deteriorada por un cáncer y afectado por la depresión, decidir suicidarse con arma de fuego el 20 de abril de 1972.

Aunque el Guido's Club estaba afuera de circuito de barrio bohemio de Mapocho y del alguna vez famoso "barrio chino" del sector calle Bandera entre San Pablo y Presidente Balmaceda, era otro de los casos en donde un negocio ribereño compartía ambiente y circuito con aquellos boliches más cercanos al vecindario recreativo que alcanzaba incluso a las vías Puente y 21 de Mayo. Por esta razón, si bien el club tenía cierto perfil distinguido y elegante de público, parte de su clientela también provenía de los segmentos más populares que tenían el control en los alrededores del Mercado Central y en la misma calle Esmeralda, por aquel entonces.

A pesar del éxito conseguido en tan poco tiempo y después de haber superado el problema del desplazamiento de la oferta nocturna santiaguina cada vez más hacia el poniente de la ciudad, el Guido's Club no había llegado en el mejor momento histórico para perpetuar su bandera de conquista en aquella esquina, debiendo adaptarse a las condiciones negativas de los toques de queda y las demás restricciones a la actividad bohemia. La clientela se fue haciendo menos al preferir resignada las opciones más sosegadas de entretención, entonces, afectando así las proyecciones. Tras una estoica resistencia, acabó cerrando sus puertas y dejando el espacioso local a usos comerciales de otra naturaleza. ♣

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