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EL SPORT BAR DE LA "JUVENTUD DORADA"

Antes de llegar a los calendarios chilenos el Primer Centenario Nacional, en 1910, se había instalado en pleno centro de Santiago el Sport Bar, justo entre la popular tienda de encajes La Castellana del señor Seisdedos y la tienda de ropa y artículos Casa Hardy. Su dirección precisa fue la de calle Ahumada 278, en el zócalo de un edificio de tres pisos y con líneas neoclásicas que hacía esquina con calle Huérfanos, propiedad de don José Antonio Gandarillas, quien se iría a residir a Londres como agregado de la embajada de Chile.

Se trataba de un clásico y típico bar del Santiago de la época, combinando elementos del modelo español e inglés con el criollo y quizá más folclórico, estilo cantina para caballeros pero con su lado diurno más familiar e inocente. En sus avisos se señala que su servicio diario contaba con lunch, five o'clock tea y buffet a toda hora en los comedores, mientras que los licores del bar eran producción importada directamente.

El establecimiento estaba en propiedad y dirección de don Joaquín F. Lema, ciudadano de origen compostelano quien, entre otras actividades, se desempeñaba también como redactor y corresponsal en Santiago para el periódico semanario "Nova Galicia", distribuido para la colonia gallega en Argentina, Uruguay y Chile. Lema había sido el presidente de la asamblea que dio origen al Centro Gallego de Santiago en marzo de 1909, además. Probablemente, había fundado al bar y restaurante también con la idea de que sirviera como punto de encuentro del Centro Español en la capital chilena, ya que a veces aparecía asociado a esta institución en las guías o boletines. El negocio podía ser presentado también como confitería y pastelería, algo que puede verificarse, por ejemplo, en la "Guía sudamericana y general de Chile" edición de 1910-1912, publicada en Valparaíso.

No sabemos si el nombre alusivo a los deportes tenga que ver con alguna clase de "parasitismo conceptual" a su vecina la Casa Hardy, ubicada justo al costado norte hacia la esquina de Ahumada con Huérfanos. Este local era conocido por ofrecer -entre otras cosas- productos deportivos para tenis y fútbol. No suena extraño, sin embargo, que los bares y restaurantes muchas veces intentaran asociarse nominalmente con el mundo deportivo, casos como el antiguo Sportmans Bar, abierto en 1904 en Estado 251; o el selecto club Sportmen que aún aloja en el último piso del Edificio La Quintrala de Estado con Agustinas; y el cabaret con centro social El Ciclista, que existió en los altos de Bandera 830.

Aviso publicitario del Sport Bar en la revista "Sucesos", marzo de 1911.

Calle Ahumada hacia 1910, cuando era más estrecha y con más arquitectura histórica que en nuestra época.

Antigua imagen de los tranvías de calle Ahumada rumbo hacia Plaza de Armas. Fechada hacia el año 1915.

Cruzando entre sus dos mamparas por el alto portal de la entrada, se accedía directamente al elegante salón del Sport Bar con atención a la europea y en donde solía tocar una orquesta amenizando el ambiente para el público. "El establecimiento más 'chic', frecuentado por la 'jeunesse dorée' de Santiago", decía su pretenciosa publicidad en la revista "Sucesos" de marzo de 1911, enfatizando así que podía ser atracción para jóvenes a pesar de su más bien tradicional propuesta y presentación. El nombre también debe estar en sintonía con esa apelación a la "juventud dorada", suponemos.

Todo había cambiado allí al comenzar los años veinte, sin embargo. Después de haber sido ocupado por el bar y restaurante durante un período cercano a la década, aquel local comercial de Ahumada 278 pasó a ser del criadero de árboles frutales y olivos Santa Inés de Nos, disponiendo allí un almacén de flores también con venta de productos para jardinería o huertos. Nunca más volvería a contar el antes dichoso espacio con una barra coctelera ni espejos reflejando los brindis de encopetados caballeros, quienes antaño colgaban sus guantes, bastones o sobreros en los percheros junto a la entrada.

Tras un terrible incendio del 21 de enero de 1949 declarado en el sector de Ahumada con Huérfanos, el edificio del señor Gandarillas quedó con grandes daños; el vecino, propiedad de don Roberto Mac-Clure, también de tres pisos, resultó casi totalmente destruido, alcanzando las llamas al de don Manuel Orellana ubicado más al sur, de dos pisos y destinado después a la beneficencia pública. En el siniestro desaparecieron adalides bohemios como el famoso café Lucerna de Ahumada 262 y la fuente de soda Huérfanos del 1042 en la calle del mismo nombre, además de las varias tiendas destruidas. También recibieron daños considerables el bar Mermoz y el salón de té La Novia, por el lado de Huérfanos.

El conjunto más dañado fue demolido y se construyó en su lugar el Edificio del Pasaje Comercial Roberto Mac-Clure, durante la primera mitad de los años cincuenta. El destruido estaba asegurado en 40 millones de pesos por su propietario, para su felicidad. En cambio, el vecino norte, de Gandarillas, resistió un tiempo más pero acabó de todos modos reemplazado por uno más moderno y de varios pisos. En él, más o menos a la misma altura de Huérfanos en donde había estado hacía tantos años antes el Sport Bar, llegó a instalar sus cuarteles y por largo tiempo la Feria del Disco, después llamada Feria Mix. ♣

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