Aviso de prensa para la Residencial Florida, fines de octubre de 1962.
En donde se encuentra actualmente un vistoso edificio hotelero y oficinista en calle Monjitas llegando a Mosqueto, estuvo ocupando un antiguo caserón la llamada Residencial Florida, la que viene a servir para algo así como otro antecedente de lo que será la atracción bohemia actual de barrio Santa Lucía. Conocida también como La Florida, este establecimiento se hallaba precisamente en la dirección de Monjitas 543, a poca distancia de turísticos sitios como el Parque Forestal, la Plaza de Armas y el cerro Santa Lucía con su paseo.
La historia de la residencial, que contaba además con restaurante, había comenzado en la misma dirección de calle Monjitas, lugar donde había tenido antes su residencia la aristocrática señora Enrique Izquierdo Sanfuentes, hasta su muerte en 1937. Desde aquellos inicios la residencial ofrecía a su clientela servicios de alojamiento, pensiones, cocina y también ciertos alcances de diversión, resultando un lugar más bien económico según todo indica, pero con suficiente comodidad como para atraer una clientela en donde el grueso parecen haber sido viajeros de paso por la capital, en ruta hacia el norte o el sur del país.
Debe hacerse notar que el barrio de marras contaba con teatros, alojamientos y centros culinarios como el Café Aquiles, las Parrilladas Yungay o restaurante La Bahía. La Residencial Florida no debe ser confundida con otra pensión que existía al lado de este último famoso comedor de largo reinado en calle Monjitas, por cierto: la Residencial Florencia del 808, en donde estuvo también el Hotel Queen. La competencia gastronómica y de atracciones era fuerte allí, como se advierte, así que sólo las mejores cocinas sobrevivían en este vecindario tan atractivo a los bohemios como era también la paralela calle Merced, al otro extremo de esas cuadras.
Se supone que un curioso episodio habría sucedido en
la residencial durante la primera visita de la artista argentina Libertad Lamarque a Chile, en 1935: un intento de suicidio, saltando desde un
balcón a la calle por un ataque de celos con su marido Emilio Romero. Aunque
cantante indica en sus memorias que la pensión donde residía estaba en calle
Ahumada, la versión proporcionada por Osvaldo Rakatán Muñoz en "¡Buenas noches,
Santiago!", si bien no menciona a La Florida, propone un lugar diferente:
un
departamento de calle San Antonio con Monjitas. En "El Santiago que se fue", en
cambio, Oreste Plath señala directamente a la Residencial La Florida como el
lugar del incidente, "ubicada en Monjitas al llegar a la plaza de Armas".
Sin embargo, el lugar informado por entonces
en algunos medios de prensa fue la Pensión Española, ubicada en las coordenadas que da
Rakatán, por lo que hay ambigüedades y desacuerdos en esta historia.
Cruce de las calles Monjitas y San Antonio en fotografías de 1927, pertenecientes al archivo Chilectra.
Aspecto de la calle Monjitas esquina San Antonio en 1928, en otra fotografía del archivo Chilectra.
Un caserón antiguo de calle Monjitas, en fotografía de los años veinte, Biblioteca Nacional Digital.
Ya en los primeros años de la década del sesenta, las habitaciones con pensión y amobladas de la Residencial Florida partían en 50 escudos mensuales, mientras que el alojamiento con desayuno era de tres escudos diarios y la pensión completa de 4,50 escudo diarios. Sus avisos en la prensa informaban que recibían allí delegaciones con ofertas del 10% de descuento, contando también con servicio de taxi. "Piezas amplias, limpias, teléfono, en el centro de la ciudad", era la promesa, aunque con una advertencia: "Solamente a personas honorables".
No tenemos grandes detalles respecto de cómo era el edificio en donde funcionaba la residencial, pero hay datos que permiten suponer la naturaleza comercial de sus espacios en el zócalo o, cuanto menos, algunos de ellos. Por mucho tiempo había funcionado allí también la dirección de un un vivero de árboles y plantas: el criadero El Damasco.
A partir de septiembre de 1963, sin embargo, la misma dirección pasó a ser sede del comando nacional y lugar de reuniones políticas del Partido Radical,. No todas ellas terminaron bien: en marzo del año siguiente hubo allí un encuentro de apoyo para la candidatura presidencial del senador Julio Durán, que en esos momentos tambaleaba y corría peligro de ser retirada. Ya saliendo ya del lugar, desde una cercana sede de campaña los partidarios del candidato izquierdista Salvador Allende siguieron a los grupos de mujeres que venían desde el salón procediendo a atacarlas y apedrearlas a la altura de calle Teatinos con Catedral, en aquellas horas de la noche. Fue todo un escándalo de violencia política y una imperdible oportunidad para los titulares de la prensa antimarxista, por supuesto. Infinitamente más pacífico fueron, en contraste, reuniones sociales como un cóctel que ofrecieron allí los empleados y obreros independientes de la Empresa de Transportes Colectivos del Estado a don Carlos Morales, hacia fines de febrero del año 1965.
El cambio de rol y uso para el local de Monjitas, sumado a las consecuencias que ya se venían sintiendo con el progreso del mercado de los alojamientos para pasajeros en Santiago, habían ido dejando rápidamente en el olvido a la Residencial Florida y sus leyendas. El lugar en donde se encontraba es ocupado desde los años noventa por el edificio Galaxy Center, en donde está también el Hotel Ciudad de Vitoria que se encuentra a años luz de modernidad, elegancia y comodidades comparado con el viejo hospedaje y pensionado que allí existió. ♣
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