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EL TERCERO Y ÚLTIMO DE LOS TAP ROOM, EN CALLE BULNES

Publicidad para el Tap Room de Bulnes. Fuente imagen: sitio Folklore y Cultura Chilena.

Tras haber sembrado su jardín de la victoria en el zócalo del Hotel Ritz, en Estado 230, y luego en los altos vecinos al Teatro Imperio, en el 265 de la misma calle, el Tap Room del empresario nocturno Humberto Tobar, el Negro, se cambió a la entonces calle Bulnes 135-141, abierta e inaugurada en 1940 entre la Alameda Bernardo O'Higgins y lo que ahora es el Parque Almagro, de cara al Barrio Cívico. Este eje se había convertido -en muy poco tiempo- en otra importante concentración de opciones para la reunión social, el comercio y la diversión santiaguina.

Algunos viejos clientes recordaban que, en algún momento, hasta habrían funcionando dos establecimientos con el mismo nombre del Tap. Lo claro es que el último de los creados por Tobar aparece en el alguna vez cotizado sótano de la segunda cuadra del Paseo Bulnes, cuando recién pasaba el medio siglo. Es el periodista de espectáculos Osvaldo Rakatán Muñoz, en su "¡Buenas noches, Santiago...!", quien explica los detalles del origen de este último refugio de la actividad desplegada por Tobar, al tiempo de bajar las cortinas del Tap anterior:

Y así nació el actual Tap Room de la Avenida Bulnes 135. Se inauguró con una gran fiesta el viernes 14 de septiembre de 1951, al… ¡mediodía! Tenía no solamente en el subterráneo Boite sino también Restaurante-Bar y Grill Room en el primer piso. La inversión que tuvo que realizar en esos años el Negro Tobar, fue del orden de los 6 millones de pesos.

Llamado después el Club Tap Room, su primera temporada artística en aquel sótano incluyó al folclore de Angelita Miralles, los bailarines internacionales Irene and George, el humorista y animador Carlos Rayero, el cuarteto melódico Juan y sus Juanitas, la Venus del Mambo Aidita Artigas, la maestra de ceremonias Silvia Nelson y el ritmo de Osvaldo Silva y sus músicos. El restaurante permanecía abierto hasta las 24 horas, mientras que la boîte partía en la medianoche y se extendía hasta las cinco de la mañana.

La influencia hispánica de sus números se reflejaba también en la delicadeza de la carta del restaurante: al día siguiente de inaugurado, la comida era corvina con salsa tártara, consomé a la madrileña, filete parisién y algo llamado copa Tap Room de postre, más café.

Por el subterráneo de Bulnes, en tanto, pasarán otra vez Los Bocheros, Monona Guerrero, el Dúo Rey Silva, las bailarinas exóticas Mahoma y Java Zenith, la bailarina española Carmencita Cale, además de musas ya conocidas del club como Mónica Nelson, Lisa Laino llevando siempre sus canciones argentinas y la permanente maestra de ceremonias Sussy Montrey, otra precursora del protagonismo femenino en la bohemia nacional mucho más allá de lo estético y las sensualidades. La Orquesta de Lorenzo D’Acosta y el show de Leopoldo y su Cuarteto también se presentaban en el Tap de Bulnes.

En esos mismos años cincuenta, la resplandeciente cartelera del Tap se había armado también con artistas de la escena de París, como Bruno y las modelos de los Champs Elysees, además de otros estables como Teresa Lara, Lisa Laino, Monona Guerrero, el Mago del Equilibrio Mario Artons y muchas otras estrellas, presentándose todos los domingos desde la mañana, inclusive. Tocaron también el cantor de vals peruano Roberto Tello, volvió el dúo brasileño Los Indios Tabajaras y la alianza artística de Marta Pizarro con Los Parralinos, grupo folclórico compuesto por Juan Carrasco, Lorenzo Valderrama y Pedro Flores.

El Tap Room en las notas de espectáculos de "Las Noticias de Última Hora", año 1954.

Otros anuncios noticiosos sobre el Tap Room en "Las Noticias de Última Hora" en el otoño de aquel año.

Publicidad para el tercer Tap Room estuvo en el Paseo Bulnes, en el diario "Las Noticias de Última Hora", también de 1954.

Publicidad con los artistas estables del Tap Room Bulnes hacia mediados de los años cincuenta. Publicada en "Las Noticias de Última Hora".

Aviso publicitario de "Las Noticias de Última Hora" en 1954, mientras estaban de visita en el país los músicos del conjunto español Los Bocheros, plato principal del Tap Room Bulnes.

Artistas en la cartelera del Tap Room Bulnes, en el diario "La Nación" de abril de 1955.

Humberto Tobar brindando con la cantante argentina Marta Ecco, en el 21 aniversario del Tap Room. Imagen publicada en "La Nación" del 13 de septiembre de 1957.

Paseo Bulnes en detalle de una imagen de 1958, cuando la vía aún estaba abierta a la circulación automotriz. Se observa un cartel vertical en la fachada del edificio, el nombre del Tap Room. Fuente imagen: Flickr Santiago Nostálgico de Pedro Encina.

El Tap Room en publicidad de medios impresos de 1960.

Ese antiguo subterráneo conoció también la música y el humor de Los Acetatos, cuando ya incursionaban en televisión, además de Los Cuatro Duendes, el maestro Pérez Prado y su orquesta, el gran bolerista Lucho Gatica, el grupo cómico musical Los Escaramujos, Elizabeth Wagner y varias muchachas divinas del show de strip-tease como la esbelta y admirada Lula Pinochet. De hecho, el local llegó a tener equipos completos de nudistas, como las del Ballet de Tibornolli, con chicas que coreografiaban establemente en el escenario. La música quedaba a cargo de orquestas como la del director Francisco Ojeda y los cuadros artísticos correspondían al sensual Tap Girls Ballet.

Sobresalían en su publicidad, además, vedettes y show-women como Marión La Sexi, Teresa Coheleño, Gladys Lorens, Belinda, Mery Montiel y el grupo Las Morenitas, unas estables y otras más bien con algunas visitas ocasionales, como estrellas en giras. Luz Marina, en tanto, tomaba algunos roles de animadora en la sala de fiestas, en otro interesante caso de mujeres protagonistas de las presentaciones de la noche de Santiago. Contaba por entonces con el Ballet de Blanquita Amaro, Milos Belarde y el primer bailarín Eric Cepeda en sus espectáculos, estrellas de la revista "Curvas, amor y fantasía" en 1955, con la Orquesta de Don Roy, el canto de Manuel Pineda y María Teresa, y los bailables con música de Los Chamacos. El grupo artístico Mamiña y otros artistas llevaban al escenario una “fiesta chilena con ballet”. El cuerpo de vedettes estaba integrado por Mary Marcel, Inés Marcó, Nancy Lezica, Judith Renard y Vilma Christian.

El Ballet del Bim Bam Bum también fue contratado varias veces para el Tap de Bulnes. Después estuvo también el humorista Carlos Helo, quien haría exitosa carrera en la televisión. La llegada de la cubana Laurita San Antonio causó algunas incomodidades de vaho político a inicios de los años sesenta, curiosamente. Seguían presentes Sussy Montrey y el dúo de baile de Carmen Brown y Jack Reynolds.

El llamado Tap Room Bulnes continuó funcionando en ese sótano por varios años, siendo el club más importante de esos lados de la ciudad, con escenario, comedores y pista de dancing. Fue la ubicación cronológicamente más extensa que tuvo, de hecho: mucho más que las previas de calle Estado. Tobar vivió por allí mismo en Bulnes, además, cuando aún era calle abierta al tránsito automovilístico y sin exclusividad peatonal.

En sus memorias tituladas “Trasnochadas”, dice Rafael Frontaura sobre su época (años cincuenta) cuando el Tap de Bulnes continuaba siendo una opción sumamente elegante dentro de la oferta recreativa más importante de la ciudad, de los favoritos del público:

Es necesario mencionar -para que no lo olviden quienes quieran ver en estas crónicas y apuntes un pequeño aporte a la historia, de nuestro humorismo y de nuestra vida nocturna- al Tap Room, el elegante local del Negro Tobar, que, en la Avenida Bulnes, mantiene el cetro del más importante sitio nocturno, por la jerarquía artística de su espectáculo, siempre bien escogido, por la concurrencia y el prestigio de que goza entre los turistas.

Caricatura del Negro Tobar en publicidad del Tap Room, en enero de 1960. Publicada en el periódico "Las Noticias de Última Hora".

Otra caricatura del Negro Tobar, en anuncio de los números de danza y canto español que siempre estuvieron presentes en el Tap Room, en noviembre de 1962.

Fiesta del Año Nuevo 1963 en el Tap Room en "Las Noticias de Última Hora".

El acceso al Tap Room de Pasaje Bulnes, ya en sus últimos años siendo tal (2013). Fotografía de Javito Lagos subida a Foursquare.

Interior del ex Tap Room de paseo Bulnes, ya desocupado y cuando estaba en venta. Fuente imagen: sitio GoPlaceit.

Interior del ex Tap Room de paseo Bulnes, sector del escenario, ya desocupado y cuando estaba en venta. Fuente imagen: sitio GoPlaceit.

El local de Bulnes ya en venta, en  noviembre de 2020.

A pesar del prestigio y de la exitosa varita mágica que Tobar escondía en alguna parte de su abrigo, la decadencia iniciada en la década anterior comenzó a sentirse. Posteriormente, el cambio forzado que siguió a la vida nocturna en años de rigores militares precipitaría la caída final de toda esperanza para el Tap Room. Lejos de sus tiempos prósperos, sobrevivió a duras penas antes de derrumbarse, habiendo cerrado primero sus servicios de restaurante y salón de té.

A pesar de todo, el Tal Room Bulnes todavía a fines de los setentas arrojaba noticias a las páginas de espectáculos, principalmente por sus acaloradísimos shows. Algunos de estos eran bastante picantes para el criterio y los gustos de algunos que aún recordaban sus años de esplendor.

A la sazón, sin embargo, el soberano de la noche, Humberto Tobar, ya se había alejado del mismo establecimiento. Es lo que también explicará, nuevamente con gran detalle, el minucioso Rakatán:

Al comenzar la década del 70, se hizo cargo del negocio una nueva sociedad formada por los empresarios Francisco Ballesteros González y Luz Marina Cavero (la cantante Luz Marina), la cual terminó abruptamente en 1975. En agosto del año pasado la tomó de nuevo a su cargo Luz Marina (quinta inauguración), pero como había un proceso judicial, el negocio tuvo que cerrar nuevamente a principios de diciembre del año pasado.

Pancho Ballesteros volvió al Tap Room que reabrió sin mucha bulla el 25 de mayo de 1976, pero con muchos artistas, 2 orquestas y un montón de churros: Isabel Adams, Alma Williams, Mary Dandú, Amparito Jiménez, Nancy Santander, Muriel, Edith Pexes, etc. Pero nos está debiendo la inauguración. La N° 6, en la larga existencia de una de las boites más antiguas de Santiago.

Tras varios nuevos intentos de darle vuelo, sin embrago, el alicaído Tap Room del ahora paseo peatonal de Bulnes terminó sus días olvidado, triste y sumido en escándalos delictuales cubiertos por un programa policial de televisión, en nuestra centuria. El último pujo tratando de sacarlo del irreversible ocaso con un evento artístico acabó en un tiroteo con heridos, en septiembre de 2014, forzando el final de su actividad y la venta del otrora alegre e incomparable subterráneo. ♣

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