♣ ♣ ♣ ♣ ♣ ♣ ♣ ♣

EL RESTAURANTE Y BOÎTE SANTIAGO DE LA GALERÍA PACÍFICO

Publicidad para el Santiago en noviembre de 1952, diario "El Mercurio". Invita a sus jornadas de mucha elegancia y distinción, con la Orquesta Davagnino amenizando. Su dirección es Bandera  318.

Hemos contado ya la historia del restaurante Santiago creado antes de la Guerra del Pacífico por monsieur François Gage, más conocido como Papá Gage. Dijimos que este famoso centro social y culinario, posible cuna de platillos como el bistec a lo pobre, se encontraba en Ahumada 264 ocupando un edificio que hacía esquina con Huérfanos, pasando después por las direcciones de Huérfanos 1111 con Bandera, y terminando en Bandera 318 en los bajos del Edificio Pacífico, en la galería homónima... Sin embargo, no fue el único ni el último que ostentó para sí el nombre de la propia ciudad.

Aquella última etapa del restaurante en calle Bandera y desde que ya había sido delegada su administración por la familia fundadora, sería muy diferente a la época de esplendor del Santiago en sus más recordados y clásicos años. Se hace necesario hacer notar, por ejemplo, que sus servicios habían ido cedido ya a la tentación comercial de las boîtes y los cabarets que harían ebullición en la oferta recreativa de los cincuenta, incorporando incluso algunos espectáculos subidos de tono y que reflejaban el relajo en el moralismo de un mundo post Segunda Guerra Mundial. Era, por lo tanto, una etapa y un establecimiento muy distinto al que había fundado y mantenido Papá Gage, por lo que acá le dedicamos también esta entrada propia y diferenciada del negocio anterior con el mismo nombre.

Tras haber resistido la crisis económica planetaria de los treinta y ser inmune a las desestabilizaciones políticas que agobiaron al país durante el período, entonces, el negocio había sido transformado y llevado paulatinamente a aquellos formatos. De este modo, el Santiago mantuvo durante la década siguiente sus tradicionales vitrinas con vinos y las ventas de ostras que se remontaban a su época en que funcionaba también como salón de mariscos. Sin embargo, la propuesta comercial en la que se había gestado y tocado el cielo estaba su etapa crepuscular, viéndose superada por la competencia de otros famosos centros gastronómicos que habían ido apareciendo también por la capitaly que lo destronaron de un reinado que parecía sempiterno, hasta poco antes.

En tanto, había sido inaugurada la Galería Pacífico de Bandera con Huérfanos, conocida también como la Galería del Pacífico y Pasaje Teatro Pacífico, recordada por haber alojado en ella a la mencionada sala teatral y cinema del mismo nombre. El edificio y su pasaje comercial, obras del arquitecto Jorge Vidal Vargas y construido por la empresa Desco en 1952, han sido conocido por hallarse a espaldas del Palacio de los Tribunales de Justicia y entre importantes centros de reunión de Santiago como el Bar Nacional 2, el Café Haití y El Rápido, ubicados enfrente de su acceso oriente y cruzando calle Bandera, y el Bar Nacional 1 exactamente en su acceso sur por Huérfanos 1161-1167, este último cerrado recién en marzo de 2022.

Un nuevo Santiago, entonces, llegaría a instalarse en el primer subterráneo de la misma galería que acababa de ser abierta, con acceso por Bandera 318. El principal dueño de este período del restaurante fue Mario Salfate, a veces llamado también Manuel Salfatle o Manuel Safatle. Fue apodado Papito aludiendo con esto al recuerdo de Papá Gage, del primer restaurante Santiago, y se lo reconoció como otro de los "señores de la noche" en la capital. En los hechos, sin embargo, del negocio anterior sólo conservaba el nombre, porque fueron identidades muy deferentes y distantes entre sí.

Eran ahora 1.252 metros cuadrados en el subsuelo subdivididos en salones, ventilados con aire acondicionado y pulcramente iluminados con modernos sistemas. Se instaló allí dos años antes de que también abriera el Cine Teatro Pacífico, unos años después llamado Cine Paramount Pacífico, con cerca de 1040 butacas y decoraciones de Pablo Burchard más cerámicos de Meza Campbell, en el segundo subterráneo, con entrada principal por Huérfanos 1117. Tanto el cine-teatro como el café-boîte serían las principales atracciones para la diversión en el edificio en esos años, a las que se sumaría después la apertura del mencionado primer Bar Nacional de calle Huérfanos, en 1960, y otros establecimientos parecidos que tocaron a la galería.

Ya en noviembre de 1952, el Santiago ofrecía en avisos de “El Mercurio” su llamado “vino viejo en cántaro nuevo”, asegurando al público que mantenía aún el ambiente que lo hizo tan popular en el esplendoroso pasado del establecimiento, en sus otras ubicaciones:

Amplitud, elegancia y distinción caracterizan las noches de baile con la Orquesta Davagnino, en sus agradables comedores.

La tradicional buena mesa del Restaurante Santiago en un ambiente moderno.

Órdenes al teléfono N° 60737, Servicio de recepciones, matrimonios y bautizos.

BANDERA N° 318. Director de comedores: Ignacio Eguía.

El restaurante Santiago en "Las Últimas Noticias" de agosto de 1955.

Aviso del mismo mes y año, en el diario "El Mercurio, con sus comidas bailables.

Celebración de las Fiestas Patrias de 1955 en el Santiago, anunciada en "Las Noticias de Última Hora".

Dos avisos del local en el diario "La Segunda", hacia fines del año 1959.

Las comidas bailables y banquetes con orquestas en vivo eran cosa habitual en el lugar. Tocaban también las agrupaciones dirigidas por Osvaldo Silva y Augusto Coisne. El show artístico, en agosto de 1955, estaba confiado a figuras insignes de la bohemia como la cantante española Carmen Florido, el recitador Mario Gabanon, la folclorista Silvia Infantas con el grupo Los Baqueanos, el Mago del Saxofón Aquilino y el dúo español Soledad y Antonio. Llegarían a las comidas otros números de nivel internacional, por supuesto, como Anita del Río, Susana Greco y Los Indios Tabajaras (los hermanos brasileños  Antenor y Natalicio Moreira Lima).

Durante el mes siguiente, a propósito de las Fiestas Patrias, se habían sumado al programa artístico el Ballet Español de Jesús López Fernández, el concertista en guitarra Antonio Albay, el humorista nacional Jorge Romero Firulete, la cantante y actriz Mona Bell y el dúo melódico Las Juanitas, entre otras estrellas. Poco después, para el mes de diciembre estaban anunciados en las mismas cenas bailables el español Aníbal Rey, la vedette juvenil Dina Dorr, y otros nombres como Peggy, Saigón, Rozana, Olga Heredia, Gigi, Wanda, Bally Montes, el grupo Los Sembradores y el dúo Nena Mejías y Ángel Patiño. Un cuerpo de 20 bailarinas sería implementado con el tiempo, llamado "los churros" por la publicidad de la boîte.

En 1958, los shows seguían siendo de trasnochada: a las 23.30 y a las 1.30 horas. Los servicios de reservas podían copar la agenda de almuerzos y banquetes particulares, además. Ese año, por ejemplo, el Santiago fue lugar de la comida-proclamación del candidato presidencial Jorge Alessandri Rodríguez, quien partía por el que iba a ser su camino directo al Palacio de la Moneda. En el acto realizado el jueves 10 de julio, organizado por el Comando Independiente de la Séptima Comuna y ofrecido por el empleado bancario Luis Díaz Zégers, tomaron la palabra Francisco Fluxá, dirigente industrial, y Francisco Planella Rocca, en representación de los comerciantes, entre otros. Alessandri Rodríguez aprovechó de visitar al día siguiente a los comerciantes del Mercado de La Vega de Santiago, pues acababan de vivir un devastador incendio que había destruido más de 160 de sus locales ubicados en la intersección de Rengifo con la ex calle Andrés Bello, actual Antonia López de Bello.

Para recibir el Año Nuevo de 1959, y como era ya la costumbre del establecimiento, se realizó una tremenda fiesta con bailable muy elegante y copetuda, en la que tocaron las orquestas de los maestros Gustavo Salinas y Valentín Letelier, músicos estables en la casa durante esa temporada, además de contar con cotillón y show artístico. La cena correspondiente, con un valor de $7.500, disponía de un menú con aperitivo, corvina parisién, consemé Marcelle, pollo grapoudine, boquerón Alaska, taza de café (Nescafé), media botella de vino y champagne. Para quienes quisieran incluir una entrada de langosta, el valor ascendía a $9.500.

Nuevos cambios había traído al restaurante el dueño y comandante de esos momentos, don Hugo Ravera, quien era también cantante y, por lo tanto, hombre de escenarios. A partir de la noche del viernes 16 de junio de 1961, comenzó allí una temporada con la comedia musical "Chile-News" de Tobías Barros, dirigida por Elbio Consentino y contando con un elenco de cantantes, bailarines y músicos. Era otra incorporación del modelo de café-espectáculo estaba siendo adoptado por algunas salas, para dar nuevos bríos al teatro de revista y variedades. Durante las funciones, además, los precios no variaban ni había recargo.

Presentaciones de comedia musical en el Santiago, en junio (arriba) y septiembre (abajo) de 1961, en el diario "La Nación". La imagen fotográfica muestra al entonces dueño del establecimiento Hugo Ravera, actuando y cantando.

Peggy Tessman, una de las divas más elogiadas por público y prensa en las revistas del Santiago, hacia las temporadas de 1962-1963. Fue también estrella del Picaresque.

Avisos de diciembre de 1962 en "Las Noticias de Última Hora". La franja de arriba fue para la Navidad, y el cuadro inferior para el período del Año Nuevo, con la cena bailable ofrecida en la ocasión.

Galería Pacífico. entrada de calle Bandera 318, en 2010. Acceso a los bajos en donde estuvo el restaurante Santiago.

Un tiempo después, tocaba mención en la cartelera al musical humorístico de Osmán Pérez Freire titulado "Acuarelas", en donde actuaba y cantaba el propio Ravera. La obra tuvo bastante éxito en septiembre, presentada a las 18.30 en la hora del té y a las 12.30 de la noche. A provechando el impulso, la compañía artística salió de gira hacia inicios del mes siguiente, debutando el 5 de octubre en Concepción, en el Teatro Rex y la boîte El Quijote. Decía al respecto una nota publicitaria de "La Nación", del 29 de septiembre anterior:

La feliz iniciativa, además de mantener permanentemente abierta la exposición de cuadros del miniaturista Fernando Rojas Valencia, en la nueva Sala Grill del Restaurant Santiago, es premiada por una selecta y nutrida concurrencia. En el grabado, HUGO RAVERA, interpretando una sentimental canción de Osmán Pérez Freire.

En aquellos años, además, el Santiago había comenzado a ofrecer una revista titulada "Santiago al Desnudo", con lo que se anunciaba en 1962 como "el mejor show con los más atrevidos strip-tease". El audaz espectáculo contaba con chicas nacionales y extranjeras, integrándose al elenco, también por entonces, la joven y escultural Peggy Tessman, quien actuaba además en el Picaresque con sus presentaciones de fantasía y danza. Su presencia y desplante habían causado furor en la bohemia de Lima, haciéndose rápidamente interesante al público masculino de aquellos espectáculos en la capital chilena. Agrega Osvaldo Rakatán Muñoz a la nómina de estrellas presentadas por Salfate, en su "¡Buenas noches, Santiago!":

Él lanzó a la fama a muchas vedettes, entre ellas a Manón Duncan, con la cual compartió más alegrías que penas; más deleites que congojas. Por su escenario pasaron muchas figuras inolvidables, entre ellas el poeta y recitador Silvio Juvesi (Julio Venegas Silva) el autor de "El Mundo sin Barcos", libro de versos publicado en 1950 y de "Los Gatos Azules" (Narraciones, 1955).

El 1 de junio de 1963, a partir de las 14 horas, el Santiago ahora era sede de una manifestación de los miembros del cuarto distrito del Partido Radical para el ex presidente de la colectividad, Jaime Tormo Rodríguez, quien venía regresando de un viaje a los Estados Unidos de América. El almuerzo extendió su homenaje al ex subsecretario del Ministerio de Educación, don Pedro Montero Fehrman, quien acababa de ser elegido para ocupar la Embajada de Chile en Costa Rica. Entre los invitados a la reunión estuvieron el presidente del partido Raúl Rettig y los senadores Julio Durán y Ángel Faivovich.

En ese mismo período, el sótano era muy visitado por apostadores del Hipódromo Chile. No sabemos si como causa o consecuencia de esta misma preferencia existió una agencia de boletos hípicos en la misma galería comercial, por esos años. Más exactamente, estaba en el local 3 del pasaje, muy cerca del acceso al subterráneo del Santiago.

Sin embargo, eran tiempos difíciles y sorteando vaivenes económicos. Además, la época de las boîtes y dancings comenzaba a quedar atrás ante la aparición de quintas más modernas, discotecas y otras formas de recreación nocturna. Para peor, en noviembre de ese mismo año 1963 se anunció el remate de aquellas dependencias subterráneas, en cumplimiento de un acuerdo del Honorable Consejo de la Caja Nacional de Empleados Públicos y Periodistas, fechado en mayo anterior. El valor ajustado de subasta fue de $247.299. Cerca 30 locales más en el mismo edificio fueron parte del remate, llevado a efectos en la sede de la Caja Nacional, en Alameda 1353.

Aunque el restaurante continuó apareciendo en guías durante el año siguiente, terminaría dejando el lugar cuando ya estaba muy deslucido y opaco, sin actividades artísticas realmente importantes. "Cuando el negocio fue a la quiebra, su creador, Papito Salfate emigró a Uruguay donde permanece hace más de 20 años", escribió Rakatán en 1986. Nunca pudo restaurarse el rasgo de la bohemia santiaguina que fue típica del medio siglo en aquel par de subterráneos, que pasaron a manos del Banco Santander.

Desde 2005, el espacio de la Galería Pacífico en donde estaba el restaurante Santiago pertenece por régimen de leasing con opción de compra a unas dependencias anexas de la Biblioteca Nacional. ♣

Comentarios

♣ ♣ ♣ ♣ ♣ ♣ ♣ ♣