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EN LAS ALTURAS DEL RESTAURANTE BELLEVUE ROOF

Avisos del Belleuve Roof en "El Mercurio" y la revista "Topaze", año 1955.

Hizo su nido en las alturas del piso 12 de Huérfanos 886, en la terraza cerrada y con ventanales de toldos del edificio del Teatro Astor, presentándose al mundo como el Bellevue Roof y tiempo, después simplemente como Bellevue Restaurant. También aparecía a veces como el Belle-Vue en sus primeras publicidades impresas. Llegó allí un tiempo después de concluido este mismo edificio de 1952, siendo definido comercialmente el establecimiento como restaurante, grill y salón de té.

Pero, por sobre todo, el Bellevue fue en realidad un importante centro de actividad social, conservando esta característica por cerca de 25 años. Probablemente, se trató también de los últimos restaurantes que quedaban en el Centro de Santiago con un perfil más refinado y de clientes vip.

El restaurante evocaba con su nombre al concepto de la bella vista desde las alturas (en francés) y al casino del mismo nombre en Biarritz. Su cartel con diseño de plato lo reafirmaba, colgando sobre las cabezas de quienes transitaban por esta calle desde tiempos en que todavía no era peatonal, en el llamado Broadway Santiaguino de esas mismas cuadras atestadas de boîtes, cafés, teatros y salas de diversiones. Era uno de los luminosos más característicos y visibles de la cuadra durante las noches.

Muchas pasadas previas y posteriores a las idas al cine o los espectáculos del teatro se hicieron en sus hermosos comedores, no sólo por el público del Astor y el vecino King. También funcionaba como una suerte de prolongación del Hotel Kent, establecido en el mismo edificio y con accesos por el 878, de modo que muchos de sus pasajeros almorzaban, cenaban o merendaban en esos cómodos salones. El hotel era atracción de artistas, músicos e intelectuales, siendo también el lugar en donde tuvo reservada su habitación el célebre trompetista y cantante neoorleanés Louis Armstrong durante su visita al país, en noviembre de 1957. Allí fue visitado por cantidades de músicos y periodistas.

En su edición del 1 de abril de 1955, la revista de humor político "Topaze" decía sobre el Bellevue y refiriéndose a las tensiones entre los presidenciables radicales Luis Bossay y Gabriel González Videla:

Aterrizó Brujulina con su escoba y nos dijo:

-Vengo de un sitio ideal, elegante, tranquilo, donde se come muy bien y donde los políticos copuchean mejor. Es el "Bellevue-Roof", en los altos del Teatro Astor, en el piso doce. Fíjese que estaban comiendo ahí Julito Durán, Osvaldo Sagüés, el Negro Puyó, un caballero llamado Apellániz y otros licores fuertes del Partido Radical. Bueno, ustedes saben que los rádicos están metidos en una lucha sorda entre gabrielistas y bossayistas. Lucho Bossay está convencido que puede ser Presidente de Chile, pero los otros, más realistas, están seguros de que van mucho más a la segura si todo el partido apoya a don Gabito. Bueno, hasta ahora, las posiciones eran irreconciliables. Pero, ahí en el "Bellevue", se dio el primer paso para un avenimiento en favor de don Gabito.

Los famosos "almuerzos combinados" del Bellevue, publicitados en el diario "La Nación" en agosto de 1955.

Escenas de la despedida de Emilio Chaigneau en el Bellevue, captadas por reporteros gráficos de "La Nación" en marzo de 1956.

La invitación a la despedida de Coke Délano en el Bellevue, mayo de 1955.

Poco después, en su edición del 22 de abril, "Topaze" volvía a echar mano al Bellevue para sus redacciones jocosas, burlándose de la actualidad política y las noticias que seguían haciendo por entonces los dirigentes del radicalismo:

-¡Hombre, la susceptibilidad es una cosa bien cargante en este país!

-¿Qué te pasa?

-Personalmente, nada. Pero es que supe que unos radicales estaban de lo más ofendidos porque "los sacaron" en "Topaze".

-Sí, hace poco. Era una noticia bien interesante, porque se trataba de un primer paso para romper las pretensiones de Lucho Bossay a la presidencia de la República y convencerlo para que deje el paso a don Gabito, que tiene mucho más chance, según la "gabitancia".

-Eso mismo. ¿Y sabes tú lo que hicieron los enojados?

-Decidieron no ir nunca más al restaurante Bellevue, en los altos del Teatro Astor, donde fue la conversación.

-¡Pero eso es lo mismo que vender el sofá!

-Ecco! El restaurante no tiene la culpa ni tiene sofá.

Cabe indicar que el nombre del Bellevue Roof volvería a aparecer algunas veces más en las notas hilarantes y sarcásticas de la misma revista de humor, a la sazón dirigida por Avelino Urzúa. No era raro encontrar sus avisos allí, además.

En junio siguiente, aquellos altos del restaurante sirvieron también como galería para exposición de obras de la pintora de origen ruso Rebeca Lourié de Mayanz, quien estaba residiendo en Chile desde 1927. Un tiempo después, el miércoles 7 de septiembre  se realizó en la misma azotea la despedida y cena de honor del subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, don Carlos Vassallo Rojas, quien partía de viaje a los Estados Unidos.

Ese año, el 27 de mayo anterior, había tenido ocasión y lugar en el Bellevue una curiosa despedida para el multifacético Jorge Coke Délano, quedando a resguardo del Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional de Chile una de las invitaciones dirigidas a su colega y amigo Raúl Silva Castro. Se trata de una pieza redactada en lenguaje jocoso y con una caricatura del homenajeado invocando fantasmas hecha por su colega ilustrador Lugoze (Víctor Arriagada Ríos), en donde se lee:

La Superintendencia de Abastecimiento de Ánimas Jubiladas y Clarividentes en retiro, el Comité de Periodistas, Escritores y Pintores Activos y la Asociación de Mencionados en el Libro, se complacen en invitar a Ud. .............. a una seance-comida, el Viernes 17 de Mayo a las 10 P.M. en el Bellavue Roof (Piso 12 del edificio de la Caja Bancaria, Estado y Huérfanos).

Los motivos son:

Despedir a Jorge Délano Frederick (Coke), quien viaja por décimotercera vez a los Estados Unidos de Norte América.

Participar en una de sus extrañas comunicaciones extraterrenas.

Rendir homenaje al creador de Topaze y Yo soy Tú, y celebrar su triunfal estreno en el campo de la literatura, sus prolongados éxitos como caricaturista, espiritista y pintor y su próximo debut en "Visión".

La misma invitación decía que esta era "sin derecho a discursos, antes, durante o después de la comida", pues quien quisiera hacerlo debía pagar el doble de la cuota general de 700 pesos. "Por excesiva demanda es conveniente inscribirse antes del día 25", agregaba, señalando los lugares para hacerlo en la Librería Biblos, la Librería de L'Europe y propio Bellevue Roof.

Fachada del Teatro Astor hacia inicios de los años sesenta. Imagen publicada por Pedro Encina en su Fickr Santiago Nostálgico.

Calle Estado vista desde las alturas de la esquina de Huérfanos, con la fachada de los edificio del Teatro Astor y, más atrás, el Cine King. Imagen de 1965, publicada en el sitio FB Fotos Históricas de Chile.

El intenso comercio recreativo de Huérfanos durante el efímero y parcial resurgimiento ocurrido hacia el año 1978. Se observan los teatros y establecimientos, y entre ellos el cartel del Bellevue; atrás, los teatros Central y, en su subsuelo, el Teatro Huérfanos (ex cabaret Lido, el más elegante de su época). Fuente imagen: sitio FB Fotos Históricas de Chile.

La recreación de calle Huérfanos viviendo los descuentos, hacia 1980. Se observa todavía al cartel del Bellevue en la fachada del edificio del Teatro Astor. Imagen publicada en el sitio FB Fotos Históricas de Chile.

Posteriormente, el viernes 2 de marzo del año siguiente, era despedido en sus salas Emilio Chaigneau con una copetuda fiesta, pues también viajaba a Norteamérica, en su caso a Canadá. Entre los asistentes al elegante encuentro estuvo el poeta y compositor Nicanor Molinare, autor canciones populares como "La Copucha" y "Chiu-Chiu", la periodista Lenka Franulic, el compositor Francisco Flores del Campo y varios miembros del clan Chaigneau y gente del mundo de la música.

En aquellos años, el Bellevue ofrecía su carta de mediodía conocida como los "almuerzos combinados". Correspondían a dos platos a elección del cliente de entre la oferta, más postre y café, todo esto por 320 pesos "con impuestos incluidos". Ha de tratarse de un restaurante de precio medio alto,  según nuestros cálculos, que elegía como soportes publicitarios a periódicos como "La Nación" y "El Mercurio". Para la Navidad, además, invitaba a su público con este enganche: "Celebre su propia Pascua con el menú que Ud. quiera en Bellevue Roof".

Aunque nunca descuidó cierta orientación suya más bien de alta sociedad, el Bellevue tuvo un lado popular y fue atractivo también para la beneficencia y las actividades solidarias de los estudiantes, por ejemplo. En la noche del sábado 11 de octubre de 1958, por ejemplo, se realizó en él la comida con bailable del Comité de Damas del Club de Rotarios de La Cisterna. Esta actividad estaba destinada a reunir fondos para la realización del evento conocido como la Semana del Niño, en el que miembros del Rotary Club organizaban concursos, premios y jornadas de obsequios para infantes en situación de pobreza.

También estuvo disponible a la bondad durante la tarde del miércoles 11 de noviembre de 1959, cuando fue el lugar del llamado Té-Canasta de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Chile. Se trataba de otro evento benéfico y con entradas vendidas en el mismo local, destinado a reunir fondos para las giras de estudios de los universitarios.

Durante la década siguiente, hubo varias otras instituciones y sociedades realizando sus reuniones en las mismas salas y comedores. Una de ellas fue la Sociedad Filatélica de Chile, cuya juntas de camaradería terminaban con una comida en el mismo establecimiento de las alturas de Santiago. También continuaron algunas visitas de políticos e intelectuales de la época, otros de los clientes más tradicionales del negocio. Ciertas guías turísticas internacionales recomendaban a los usuarios de los hoteles del sector conocer el bar y restaurante, con buenas recomendaciones para el mismo.

A pesar de la caída del antiguo Broadway Santiaguino en los años setenta y de haberse ido alejando el Bellevue de sus almuerzos de platos combinados, la competencia siguió siendo feroz durante en aquel período y esas muy activas cuadras. Hacia febrero de 1973 shabía sido convertido en paseo peatonal dicho sector más céntrico de calle Huérfanos, y la reformulación de los negocios recreativos, algunos emigrando al formato esencialmente culinario y otros apostando a espectáculos más subidos de tono, dieron un pequeño reimpulso al rubro bohemio en la misma.

Como consecuencia de aquellos cambios, la misma cuadra del Bellevue tenía en 1978 otras propuestas como la fuente de soda Los Alemanes, muy famosa en su tiempo, además de los cafés que habían llegado a instalarse en el mismo barrio. Había expectativas de crecimiento económico y comercial, por supuesto, aunque también cesó sus presentaciones ese año la Compañía de Revistas Bim Bam Bum, que habría sido la gran atracción del Broadway Santiaguino en el Teatro Ópera, ubicado casi enfrente del Astor.

El golpe recibido por la nefasta crisis recesiva de los ochenta tiraría por el piso muchas de las expectativas que se tenían para el comercio recreativo de Santiago Centro, llevándose varios establecimientos históricos. Los cambios en las preferencias del público harían el resto. Hoy, el espacio del piso 12 está remodelado y convertido en oficinas. ♣

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