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EL PATIO ANDALUZ Y SU POÉTICO SÓTANO EN EL PORTAL BULNES

Aviso de El Patio Andaluz en "La Nación", marzo de 1944.

Oreste Plath lo apodó el Patio de los Poetas. En su antigua publicidad, sin embargo, El Patio Andaluz se definía  a sí mismo como "un rincón de Sevilla en Santiago" y "restaurante selecto" de variedades. Muchos lo consideraron el lugar más atractivo y encantador de todo el contorno de la Plaza de Armas de Santiago, en donde comenzó su reinado tras la apertura del Portal Bulnes en 1932, obra levantada con los planos del arquitecto Jorge Arteaga en reemplazo de un ruinoso Portal Mac-Clure.

El Patio Andaluz quedaba en el subsuelo del portal, en un extenso sótano que aún existe y cuya existencia que no todos los visitantes advierten y menos conocen. Su acceso inicialmente era por dentro de la galería, sin embargo: por la mitad norte de la misma, entre Monjitas y la boca de la actual calle Phillips, en el número 498 del mismo portal. Remodelaciones posteriores de este acceso y la eliminación del gran balcón de terrazas en el edificio estrechando al mismo pasaje con arcadas, dejaron la entrada principal en Plaza de Armas 475 y por el exterior de la galería, en donde aún se encuentra visible su "acceso por una escalera de caracol muy dificultosa de bajar", como recordaba Rafael Frontaura en "Trasnochadas".

El patrón del establecimiento era don Luis Labarca, en sociedad o bien asistido por el mítico empresario Pedro Fernández y Fernández, apodado el Caballero de la Noche y el Enamorado de la Luna por su tremenda fama en el ambiente nocturno de aquellos años, cuando estuvo a cargo también de la Posada del Corregidor en calle Esmeralda. Inicialmente, Labarca debía conformarse con instalar todo su negocio dentro de uno de esos espacios subterráneos más bien pequeños, pero rápidamente absorbió a los vecinos y así amplió la casa hasta alcanzar cómodas y holgadas dimensiones, con buena pista de baile y hasta una fuente de aguas. Su dirección del 475 hasta hacía poco había pertenecido a los Almacenes Miramar y a la tienda de artículos para novias y damas El Cairo, en 1938.

"La clientela se reunía a comer, bailar, oír cantar y recitar" anota Plath, mientras que la cartelera artística aumentaba de números "en razón del entusiasmo de los asistentes". Reporta el autor la presencia de músicos, cantantes, gente de negocios, actores de teatro, poetas y declamadores en esas divertidas sesiones. Frontaura agrega que los fundadores contaron con asistencias artísticas como la del director y dramaturgo Pedro Malbrán, algo que debe haberse notado en su período de presentación de la nueva propuesta a la clientela.

El público era variado y trasnochador por antonomasia, y se compartía con otros cafés y centros bohemios del mismo sector como La Puñalada, bar y restaurante ubicado en el mismo portal hacia la esquina de Merced y Estado, famoso en las noches del llamado Chicago Chico; después con el salón de té O'Key, de con sus tés, cafés, chocolates y sándwiches de ave en el número 430 de Plaza de Armas. Las horas de boîte y music hall eran nocturnas, por supuesto, en lo que se ofrecía como "el rendez vous santiaguino a la hora de comida". Facilitaba las cosas tan céntrica ubicación y la presencia de tranvías circulando durante toda la noche, casi hacia todos los destinos desde la plaza.

En el grupo de los más adictos asistentes a El Patio Andaluz estaba el poeta Carlos Casassus, premiado en los juegos florales de 1924: había nacido en Iquique, se había hecho parte de la cultura porteña de Valparaíso, pero ahora se sumergía en la diversión de Santiago como cliente y atracción, dependiendo del caso.

Muchos otros poetas y declamadores llegaban al sótano en la época. Los memorialistas mencionan a Héctor Marvasi, locutor radial uruguayo de larga estadía en Chile y quien recitaba la obra de su compatriota Juana de Ibarbourou; también a Sylvio Juvesi, quien además de declamar con talento era actor; la pareja radial de Eglantina Sour y Fernando Podestá; la argentina Berta Singerman; la cubana Delia Iñíguez; los hermanos Mario y Guillermo Gana Edwards, quienes solían declamar con éxito en radioteatros acompañados por Luchita Botto, Nieves López Marín y Juan Leal. También aparecerán allí las chilenas María Maluenda, Matilde Sotomayor, Inés Moreno y Lucía Durán. Y, entre los actores dados a la recitación, brillaron Pedro Sienna, Alejandro Flores y Ernesto Urra. "Era un convivio de estrecha fusión intelectual a base de poesía", confirma Plath.

Fotografía del Portal Bulnes hacia 1940, todavía joven y aún con sus arcos originales rematados por la terraza sobre el zócalo, ambos ya desparecidos. Se observa el ingreso a calle Phillips, entre ambos pabellones del portal y el edificio. El tranvía pasa justo enfrente de la entrada a El Patio Andaluz.

Portal Bulnes hacia 1955, ya sin la saliente de arcadas originales ni sus terrazas. Un troley pasa por afuera del mismo, también enfrente del espacio que fuera de El Patio Andaluz. Fuente imagen: Flickr Santiago Nostálgico, de Pedro Encina.

El ventrílocuo Agudiez y Don Pánfilo anunciados en El Patio Andaluz. Aaviso de "Las Últimas Noticias" del año 1940.

La fusión de la Hostería El Laurel y El Patio Andaluz, anunciado en la prensa en noviembre de 1942.

Avisos del Patio Andaluz en el diario "Las Noticias de Última Hora", hacia los últimos meses de 1946.

El mozo Miguel Fuentes, quien estuvo durante algunos años en los inicios de El Patio Andaluz, volviéndose uno de los barman y garzones más conocidos de Santiago. Imagen de 1951 publicada en "La Nación", cuando ya trabajaba en el bar Robinson Crusoe del Hotel Carrera.

Entre las primeras grandes estrellas de El Patio Andaluz estuvo el ventrílocuo español Justo Agudiez con su muñeco Don Pánfilo, en 1940. Aún eran los inicios de lo que sería su larga y exitosa carrera en Chile, al tiempo que hacía lo propio en Argentina y otros países. Agudiez se despidió de su público con una cena de gala allí, a inicios de septiembre de 1941, período en que se presentaron, además, Venturita López Piris, Olimpia Le Roy, Pedro Lira, Rosita A. Cortínez y Luisa Merce, entre varios otros. Las hermanas Hilda y Violeta Parra también habrían pasado por este establecimiento en aquellos años, según algunas crónicas.

Poco después, a inicios de 1942, la dirección artística contrataba a la cantante y actriz española Blanca Negri, quien dejó una importante huella tanto en el club como en toda la escena nacional. Iban a su escenario en esos días, además, el dúo artístico de Thelma La Maravillosa y el profesor Williams, entre otros, mientras la orquesta tocaba selecciones musicales basadas en operetas vienesas. En junio había debutado ya la bailarina y cantante Pepita Cantero, estrella de Valparaíso e hija del empresario teatral Adolfo Cantero.

Más tarde, hacia el mes de agosto, llegan los números de Luey del Río y Anita González con su personaje La Desideria. Fue allí, de hecho, en donde Anita fue vista por los cineastas y hombres de candilejas José Bohr, Patricio Kaulen y Alberto Closas mientras estaban reunidos alrededor de unas botellas de tinto en el club, decidiendo de inmediato que debía ser incorporada a la empresa de espectáculos y filmografía que habían creado los tres. La comediante aparecerá después en la revista "Ecran", firmando el contrato resultante de aquella feliz casualidad.

En noviembre de 1942, sin embargo, El Patio Andaluz realiza una exitosa alianza estratégica con su vecino la Hostería El Laurel, cuya dirección era por calle Central 42, actual sector de los estacionamientos del pasaje Phillips, atrás del Portal Bulnes y el Edificio Presidente. La Hostería El Laurel fue otra de las creaciones de don Pedro Fernández, aunque delegando por entonces su administración en el comerciante español Vicente Mengod. El resultado del experimento bohemio fue un lleno total de las funciones en horas de comida, adoptando la costumbre de estrenar dos veces por semana a sus elencos artísticos.

Conectados entre sí por el mismo sector de los aparcamientos subterráneos, al fondo y con entrada por la señalada dirección de la calle Central, ambos clubes invitaban a comer "al compás de buena música" y "con las mejores variedades de la capital", prometiendo un espectáculo inédito que incluía a la cantante argentina Choly Mur, al "alma de la canción chilena" Nicanor Molinare (el hombre detrás de alegres temas como "La copucha" y "Chiu-chiu"), la cantante nacional Helia Grandón, Henry Wilson y su Orquesta Invisible, el recitador Ernesto Ochoa, la cantante de música brasileña Diana Alvarado, el trío argentino Hermanos Berón, el profesor Charles y su theremín (instrumento que aún era novedad para el público chileno de esos años) y la bailarina Isabelita Pinto. Animaba el versátil Roberto Díaz y los directores artísticos eran Alberto Méndez y Bernardo Lacassia (o Lacasia, en ciertas fuentes).

Cabe indicar que Lacassia estuvo largo tiempo a cargo de la música de los bailables dentro del sótano de Bulnes y casi desde los inicios, dirigiendo una celebérrima orquesta típica con su apellido. Fue otro hito en la historia de la diversión y el espectáculo de la época: un joven maestro musical quien, nacido en 1905 en Francia, se había venido a Chile a estudiar en el Conservatorio Nacional de Música, convirtiéndose en uno de los pioneros del jazz nacional durante una corta vida de solo 47 años. Tuvo una participación destacada también en el conocido cabaret Tap Room, del Negro Tobar.

Para el siguiente mes de diciembre, la sociedad entre ambas boîtes había reclutado en su show al trío de comediantes Rangle, Tacle y Dagle, con excelente debut según al crítica en la prensa. Continuaban en la agenda las presentaciones de la mayoría de los antes mencionados, más un artista llamado el Negrito Alcántara. Al iniciar el año 1943, estaba incorporada también la eximia artista Julita Pou, quien por entonces cantaba canciones españolas. También se leían en los anuncios los nombres de la española Carmen Mayer y el Ballet de Vigny con sus hermosas y versátiles muchachas. Lo mismo sucedió con Alicia Decurges, destacada artista radial de esos años.

A fines septiembre del años siguiente, llegó al escenario del establecimiento la cantante peruana Carlota Ureta, cariñosamente llamada La Cholita por su público. Realizó una brillante temporada allí junto a la cantante radial Delia Ramírez y la artista argentina Carmencita Idal, esta última aún en sus años de debut artístico como tanguera, siendo despedida con un festival en el mismo club, en noviembre.

A mayor abundamiento, dentro de la extraña escasez de información sobre la vida de Carmen Idal, se sabe que en Chile trabajó con su compatriota bandoneonista Gabriel Clausi y que actuó en una película nacional titulada "Hoy comienza mi vida" de 1944, obra de Eugenio de Liguoro con guión de Gabriel Sanhueza, en donde estuvieron Lucho Córdoba, Olvido Leguía y Choly Mur, entre varios otros. Durante su temporada en El Patio Andaluz, la cantante se presentaba también en La Quintrala, de modo que los dos principales sótanos de fiesta y trasnoche en aquella época de Santiago contaban con su presencia y su cancionero de tangos, milongas, rancheras, valses y vidalitas.

Aviso de prensa para el establecimiento del Portal Bulnes, en abril de 1944, diario "La Nación".

El Patio en aviso de "Las Noticias de Última Hora", diciembre de 1944.

Aviso del Patio Andaluz en "Las Noticias de Última Hora", hacia finales del año 1946.

Celebridades del ambiente del espectáculo en una mesa de El Patio Andaluz, en la revista "Ecran", octubre de 1944.

Anuncio con la reapertura de El Patio Andaluz en 1951, después de la remodelación en el Paseo Bulnes.

Vista actual del acceso al sótano en donde estaba El Patio Andaluz, con su escalera caracol hacia el salón.

La parte posterior del paseo por calle Phillips, en donde está el acceso a los estacionamientos en donde se encontraba la Hostería El Laurel. Al fondo del pasaje subterráneo, por donde se ve un vehículo estacionado, está el lugar que antes conectaba con el sótano de Bulnes, en donde existió El Patio Andaluz.

Casi al mismo tiempo que Carmen Idal partía de El Patio Andaluz, había llegado a su cartelera de atracciones la encantadora cantante Aída Salas. Sus presentaciones fueron inicialmente anunciadas con algo de timidez, pero con el tiempo y dada la recepción del público, la muchacha se convirtió en protagonista de la oferta artística, armándose de un repertorio de tonadas y canciones folclóricas con el que, pocos años más tarde, se va de Chile para hacer carrera y establecerse en Brasil.

Los personajes de El Patio Andaluz no eran solo artistas y poetas, sin embargo: destacó también el mozo y chef Miguel Fuentes Fuentes, otro conocido personaje de la noche de aquellos años quien se había iniciado en este oficio en el café Lucerna, viajando después al Hotel Royal de Valparaíso y el Gran Hotel de Viña del Mar. De regreso en Santiago se incorporó por cerca de seis años al equipo de trabajadores de El Patio Andaluz, en donde recordaba haber conocido a Alejandro Flores, Carmen Moreno, Olga Donoso, Blanca Arce, Ítalo Martínez, Jorge Sallorenzo y al propio Caballero de la Noche, don Pedro Fernández. Fuentes pasó después por boîtes como El Refugio, el Jai Alai y, en 1945, al Casanova. Apodado el Garzón de la Noche y conocido por su excelente preparación de pisco sour y el chilean Manhattan, en el año siguiente llegó al Bar Robinson Crusoe del Hotel Carrera, en donde celebró 20 años como garzón apareciendo una nota en el diario "La Nación" de estos festejos (lunes 17 de septiembre de 1951).

Estando a cargo del negocio la Empresa Artística Humberto Andreani, para el verano de 1944 habían estado de vuelta Carmen Idal y Delia Ramírez, además de haber sido incorporados al espectáculo Alejandro Lira y Luisita de Córdoba. Carmencita es anunciada como estrella principal a su regreso, el sábado 11 de marzo de ese año. Para el mes siguiente, se presentaba la Compañía de Margarita Xirgú con el insigne director español de teatro Edmundo Barbero, muy comprometidos con el legado de Federico García Lorca. En las cenas de amanecida están tocando la Orquesta Típica de Lacassia y la Jazz Band del pianista Mily Duke. Hizo presentaciones allí también Nano Moya con su conjunto de jazz.

En abril de 1945 cosechaba grandes éxitos en el lugar el sensacional Trío Moreno (Lola, Carmencita y Carmen Moreno), famosa agrupación femenina de origen español con presentaciones memorables también en la La Quintrala y el Goyescas. Lacassia las acompañaba en el piano durante sus presentaciones en El Patio Andaluz. Fue la temporada en que subían al mismo escenario también la cantante Alba Mery, muy querida en el ambiente bohemio de entonces, y la intérprete de folclore nacional Dina Soler.

Más cerca de fin de año, volvía a presentarse en el club Julita Pou y se incorporaban las intérpretes de canciones hispanoamericanas Raquel Pereira y Anita Beltrand, la cantante Eva González y estupendo humorista Monicaco (Luis Rojas Müller). Para marzo del año siguiente, era turno de la artista Dina Duval, compartiendo cartelera con Eva González, la sensual Lya Sabay y el fantasista de salón Richard Suey. Diana Ross y Violeta Araya llegaron al equipo poco después, hacia agosto.

Otra de las características de El Patio Andaluz fue contratar a revelaciones de gran valor artístico justo en el momento de despegue de sus carreras, con el buen ojo de la dirección artística. Una de ellas fue Bárbara Leyton en julio de 1948, quien había tenido un reciente debut en el espectáculo folclórico chileno, presentándose en el sótano durante una gira que incluyó escenarios de Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt y, ya hacia fin de año, Perú. Para el año siguiente, son anunciadas desde agosto las Hermanas Belinda, bailarinas que ya eran bien conocidas en los escenarios del continente. Folclore chileno y americano encontraban puntos de encuentro en esta sala, como se ve.

Hacia fines de 1951 y tras un receso por los trabajos de remodelación del lugar, El Patio Andaluz reabrió sus puertas el viernes 21 de diciembre a las 19 horas y lo hizo en grande, con un gran cóctel y la presencia de las artistas del baile Dolly Sisters o Hermanas Dolly (no confundir con las gemelas The Dolly Sisters, de los Años Locos), las llamadas Diosas del Mambo, animando los nuevos shows del local. El programa de la reapertura incluía al consagrado grupo mexicano Los Panchos, mientras que la música era responsabilidad de las orquestas de Ronald Boyer y  Mario Galiucci, con Roberto Díaz aún al micrófono. Parte de la conducción del espectáculo también era rol de Quintanilla y Carmen Palmiño.

Pero el romántico Patio de los Poetas ya no podía pertenecer a un mundo nocturno cada vez más profano y a una bohemia que había envejecido con sus protagonistas, en donde el arte de la declamación en vivo iba perdiendo terreno y convirtiéndose en una excentricidad romántica. Incluso cambió de nombre al soso El Patio, a fines de 1952, período en que ya han estado en su parrilla en cantante Mario Arancibia, los folcloristas argentinos Hermanos Ábalos, el show de Amparito Reyes, la danza afro-cubana de Blancha Chávez -quien era sensación en la escena argentina-, el humorista nacional Adolfo Gallardo -quien venía llegando de una exitosa temporada internacional- la Princesa del Mambo Nena Reyes, el cantante y humorista argentino Alberto Ortiz y la Gral Orquesta del Maestro Panceron. Y, entre los últimos contratos que tuvo hacia inicios del año siguiente, figuraban el humorista e imitador Carlos Rayero y aún el artista Arancibia, uniéndose a una constelación de estrellas que, sin embargo, ya comenzaban a apagarse.

A pesar de terminar sus días de vida insistiendo en ser "la boîte más alegre y elegante de Santiago", el entonces famoso sótano del Portal Bulnes pasó a ser ocupado en 1953 por el King's Club, conocido en esos mismos años cincuenta por sus grandes espectáculos y bailables. Más tarde, llegó al mismo lugar el Mon Bijou, club de diversión adulta y más apropiado al público masculino, fundado por el empresario nocturno José Padrino Aravena. Ya en nuestra época, el local pasó a ser de un night club llamado New Kapitall International. ♣

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