Una antigua cantina popular. Fuente imagen base: sitio Valle Najerilla.
Se llamaba Bar El Globo y fue una tradicional cantina y restaurante popular ubicado en avenida San Pablo 2374, casi en la esquina suroriente con calle Bulnes. Esto era al poniente de la comuna de Santiago Centro, por el sector situado hacia los límites entre los patrimoniales barrios Yungay y Brasil-Cumming. Y, a pesar de haber formado parte de la historia bohemia más profana de este lado de la ciudad capital, poco y nada se recuerda de él, especialmente ahora cuando todos quienes fueron testigos de aquel boliche ya no deben estar en este mundo.
Como muchos otros establecimientos con su misma identidad indómita y de pueblo, la singular taberna de El Globo había nacido cerca del Centenario Nacional o muy pocos años después, de acuerdo a nuestros cálculos y a la estimación sobre la antigüedad de los viejos inmuebles del sector, además. El bar ya figuraba en 1918, entre los registros municipales y como propiedad de don Juan Vives Moya, operando con patente de segunda categoría para bares y restaurantes. Por las características del barrio, sin embargo, es posible que haya participado de otros rubros "informales" que eran propios del sector.
Con respecto al curioso nombre del bar y tal como sucedía también con otro famoso caso en la bohemia de Valparaíso, podemos presumir con cierta confianza en que el mismo se haya debido a la influencia de los aeronautas que venían haciendo proezas en los cielos chilenos desde el siglo anterior y todavía en aquellos días. La tecnología de elevación de globos aún era algo novedoso y con muestras de masiva concurrencia realizadas en el Club Hípico y la Quinta Normal de Agricultura.
A mayor abundamiento, aquellos fueron los casos -entre los de varios otros intrépidos- del francés Eduardo Laiselle y el colombiano Domingo Valencia, este último célebre por sus infartantes hazañas en aerostatos hacia 1910. De hecho, Valencia realizó muchas de sus elevaciones desde el mismo parque de la Quinta Normal, ubicado a poca distancia del negocio de nuestra atención, por lo que puede haber alguna influencia directa de sus proezas en el nombre elegido para el bar, cuando despegaba a unas diez cuadras de aquel lugar.
Cabe indicar que, a la sazón, aquellas cuadras de San Pablo realmente estaban atestadas de cantinas y bares, así que había una competencia feroz amortiguada solo por el convocador carácter del barrio con entretenciones proletarias, atrayendo así público local y visitante en buenas cantidades. Solo como referencia, cabe indicar que en el listado de patentes municipales de aquellos años figuran otros establecimientos del mismo rubro (cantinas, restaurantes y pensiones) en los números 2027, 2028, 2076, 2161, 2201, 2229, 2232, 2236-2238, 2274, 2278, 2329, 2356, 2384, 2388, 2419, 2432 y 2486, todos ellos cercanos a El Globo.
Caricatura de un ascenso en globo en la revista "Zig-Zag", año 1910, cuando estaban de moda estas exhibiciones por aeronautas principalmente extranjeros.
Gañanes en una cantina. Ilustración publicada por la revista "Pacífico Magazine" en 1917.
Aspecto actual de la esquina en donde estaba el Bar El Globo, con el viejo inmueble ya reemplazado por un supermercado. Fuente imagen: Google Street View.
Avisos de 1927 (arriba) y 1930 (los tres siguientes) en la prensa, relativos al bar y restaurante de San Pablo 2374.
Varios años después y llamándose todavía con aquel nombre, el regente del restaurante lo puso en venta en avisos de la prensa "por enfermedad de su dueño", hacia marzo de 1927. Aseguraba que el establecimiento contaba con mucha clientela y estaba libre de la restricción de ubicarse a menos de 200 metros de iglesias, casas de educación o sedes parecidas. Reaparecerá a la venta tiempo después, a partir de abril de 1930, ofrecido a los interesados como "espléndido restaurant y casa de cena".
Para agosto de aquel año había pasado a ser el club Lena Imperio, con chicas bailarinas y perfil cabaret nocturno con otras presentaciones en vivo. Es de suponer que el carácter festivo y algo pecaminoso de aquellos barrios obreros e industriales de la avenida San Pablo habían terminado de hacer caer poseso del mismo rasgo al viejo bar de la esquina con Bulnes. No debe haber sido extraño ver a los clientes reunidos también al exterior del mismo como sucedía en todos estos boliches populares, a pesar de la fama brava que cargaban ya entonces aquellos vecindarios.
Como podrá suponerse, el antiguo local de El Globo y su night club sucesor ya desapareció entre remodelaciones y construcciones nuevas de la referida esquina. Lo poco y nada que quedaba del antiguo inmueble fue demolido después del Bicentenario Nacional y, en 2012, comenzó la construcción de un nuevo edificio para un supermercado. Hoy, entonces, esa misma esquina está ocupada por una sucursal y bodegas de la cadena Líder.
Para tener una idea de cómo debió lucir el desaparecido inmueble, puede tenerse la referencia del situado justo en la vecina esquina, en el vértice nororiente: este lugar pasó a ser una de las sedes de los restaurantes de comida peruana Ají Seco, algo esperable dada la gran cantidad de ciudadanos extranjeros residiendo en dichos barrios. Luego de varios años ocupándolo, el restaurante agregó otros dos pisos al mismo inmueble, ostentando así el nombre del Gran Ají Seco en su fachada desde poco antes del duro período de la crisis sanitaria, pero aún pueden distinguirse parte de sus formas originales con la observación cuidadosa. ♣
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