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RENATO DEFORMES, O LA RADIO EN FORMA

Renato Deformes en sus años jóvenes. Fuente imagen: grupo FB Sábado Gigantes, Siempre te Recordaremos.

A fines de octubre de 1940 la Radio Cooperativa Vitalicia, CB 76 del dial, anunciaba que el destacado hombre de comunicaciones Renato Gerardo Deformes Rodríguez tomaría la dirección artística de la estación junto con Carlos de la Sotta. La decisión fue aplaudida por la comunidad de trabajadores radiales y celebrada con un festejo a los pocos días en el Salón Esplanade, en donde se festejó también el ingreso del operador Roberto Muñoz a la emisora, con asistencia de destacados locutores, trabajadores radiales y artistas de la época.

Deformes aún era un locutor joven a la sazón, pero en meteórico ascenso. Nacido en Valparaíso en 1914 dentro del matrimonio de Guillermo Deformes y Griselda Rodríguez, estudió en el Colegio de los Padres Franceses y luego en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Sin embargo, había abandonado la carrera para trabajar en radioemisoras a los 23 años, entrando así a Radio El Mercurio de Valparaíso en 1937, luego asimilada por Radio Agricultura. El tiempo daría la razón a tan arriesgada apuesta, formando parte de la época dorada de locutores chilenos por la que pasearon -entre muchos otros- Mario Céspedes, Ricardo García, Darío Verdugo, Adolfo Yankelevich, Lolo Achondo, Sergio Silva, Ricardo Calderón, Lina Méndez, Juan La Rivera, Eduardo de Calixto, Javier Miranda y Pepe Abad.

Otro peso pesado de las radios, el entonces juvenil Raúl Matas, trabajó desde 1941 con don Renato como segundo conductor del concurso radial de cultura y entretención “El doble o nada”, en Cooperativa Vitalicia. Allí los participantes de distintas ciudades debían responder preguntas en las que se doblaba el premio con las correctas y se perdía todo con las incorrectas. Otro juego de aquellos fueron "Las cuatro palabras", en la misma radio y en horario nocturno, en donde Deformes y su asistente Arístides Aguilera desafiaban a los concursantes a armar una frase con solo cuatro palabras específicas, saliendo disparatadas y jocosas propuestas en cada intento.

Aunque los concursos de radios como aquellos tenían antecedentes remontados a experiencias como la del locutor Jorge Echegoyen en El Mercurio, las divertidas propuestas de Deformes era de una dinámica tan atractiva en tiempos sin televisión que los estudios se hicieron pequeños para recibir más público en el auditorio, debiendo cambiar el lugar del programa hasta el Teatro Continental en el sector inicial de calles Nataniel Cox y Bulnes, al poco tiempo. La conducción de Deformes en “El doble o nada” se mantuvo por cerca de 25 años, dada su popularidad.

En las ceremonias militares del Juramento a la Bandera del 9 de julio ante la estatua de Bernardo O’Higgins, en la vecina Plaza Bulnes, Deformes y Matas también estuvieron a cargo de la locución oficial, como se ve en notas e imágenes históricas de 1943. Este exitoso dúo profesional anotó varios puntos a su haber, por entonces: habían realizado una aplaudida transmisión especial de madrugada desde los estudios tras el fuerte sismo ocurrido en junio del año anterior, por ejemplo, y ambos serían después directores de la Radio Corporación, tras ser fundada en 1945.

En tanto, el 12 de noviembre de 1944, por idea del guionista Raúl Zenteno, Cooperativa Vitalicia hizo una versión chilena de la famosa transmisión de Orson Welles “La guerra de los mundos”, basada en la obra de H. G. Wells. Deformes fue parte del experimento que, como el original en los Estados Unidos, tampoco resultó del todo bien. Iniciaron falsos despachos noticiosos de un supuesto aerolito caído en el sector de Puente Alto; el argumento de las transmisiones comenzó a tomar cuerpo y un tono alarmista, sugiriendo una invasión alienígena, enfrentamientos y hasta ataques a las estaciones radiales. Y a pesar de que la farsa radioteatral había sido anunciada en la prensa, de todos modoso provocó algunas manifestaciones de histeria e incluso la muerte por infarto de un septuagenario en Valparaíso.

Renato Deformes en el diario "La Nación", a mediados de 1942.

Renato Deformes junto a Raúl Matas en el Juramento a la Bandera del 9 de julio de 1943, en la Plaza Bulnes. Fuente imagen: Twitter con fotografías históricas de Alberto Sironvalle.

Deformes con un ganador del concurso "Las cuatro palabras" y su asistente al micrófono Arístides Aguilera. El premio eran tres grandes sandías. Fuente imagen: grupo FB Cuando Chile era Radio.

Publicidad para la transmisión del 12 de noviembre de 1944, imitando el show radial de "La Guerra de los Mundos", en la que participó Deformes en Radio Cooperativa Vitalicia. Fuente imagen: grupo FB Cuando Chile era Radio.

No terminaba aquel día, entonces, y Deformes, con los demás participantes del radioteatro de ciencia-ficción, estaban detenidos en la comisaría de calle San Isidro. Más detalles de este curioso y casi olvidado episodio de la historia radial criolla están en “Según pasan los años”, de Alfonso Calderón.

Aún en el período de apogeo del mismo género del radioteatro, don Renato ayudó a su amigo el escritor Jorge Inostrosa a adaptar una versión radial de su “Adiós al séptimo de línea”. Esta obra sobre la Guerra del Pacífico fue transmitida en 1948 por Radio Corporación, siendo una de las más exitosas que se recuerdan en el país. Inostrosa ya tenía otros programas culturales de gran audiencia en aquella estación, por cierto, como “El gran teatro de la historia”.

Durante esos mismos activos años, Deformes llevó hasta Cooperativa al cantante Arturo Gatica, apareciendo así entre quienes visualizaron tempranamente los talentos que después elevaron al artista hasta el estrellato total, pudiendo internacionalizar su carrera al partir por Argentina. Desde su rol, pues, se codeó con muchas de las principales figuras del espectáculo de la edad dorada chilena, pero también supo dar espacio a las promesas, colmándose de amigos en el medio artístico.

El locutor también condujo programas célebres de su época como “La verdad o sus consecuencias” y “No diga sí, no diga no”, con otro desafío en el que los concursantes debía responder preguntas durante dos minutos pero sin pronunciar las palabras “sí” o “no”, pues perderían. Deformes recordó alguna vez que, al llegar a la radio el futuro humorista Sergio Feito para participar en este concurso, cuando el locutor leyó su nombre sonrió y dijo: “Aparte de chico, es harto feíto usted...”. Sin embargo, con el mismo ingenio, el que sería después actor y comediante del Bim Bam Bum respondió con acierto: “Tal vez, ¡pero usted es flaco y deforme!”.

Cabe observar que aquellas enérgicas metodologías y modalidades de competencias, intercaladas con entretención artística e improvisaciones, después serían llevadas con toda su intensidad hasta la televisión a través de históricos programas como “Sábados Gigantes” con Mario Kreutzberger (Don Francisco), “120 Kilómetros por hora” con César Antonio Santis o “Dingolondango” con Enrique Maluenda. Su origen y estilo, sin embargo, estuvieron casi enteramente en shows radiales como los que condujo Deformes y sus acompañantes al micrófono.

Poco después de dejar la dirección artística de Cooperativa en 1949, el locutor de característica y casi relajadora voz, siempre con perfecta dicción y amplio léxico, participó en un ciclo charlas radiales de la Escuela de Verano de la Universidad de Chile durante el año siguiente, junto a otros colegas como Hernán Millas, Roberto Parada, Jack Brown, Amanda Labarca, Horacio Toledano, Lucy Dunsmore, Domingo Tessier, Carlos Alberto Palma, Marina de Navasal y muchos más. Su pasión por la radio se manifestaba también en la intención de enseñarla y fomentarla, en consecuencia. En aquel período fue elegido también director artístico en los nuevos estudios adquiridos por Radio Corporación, que pertenecía a la Ex Caja Nacional de Ahorros.

Deformes al micrófono, acompañado por Raúl Lara a la izquierda, durante las transmisiones de Radio Cooperativa Vitalicia. Fuente imagen: grupo FB Cuando Chile era Radio.

Festival infantil matinal de la marca Nugget en el Teatro Baquedano, anunciado en "La Nación" del 15 de septiembre de 1951. El animador del evento es el locutor Deformes.

Renato Deformes (a la izquierda) junto a Gabriela Mistral en su última visita Chile, a bordo del vapor Santa María, con otros dos acompañantes en 1954. Fotografía divulgada por Renato Deformes Torres, su hijo.

Deformes transmitiendo desde el Aeropuerto de Los Cerrillos para Radio Corporación, durante la exhibición acrobática de unos aviones norteamericanos, en fotografía de la Revista Ecran, 1954. Su extraño gorro y la corbata suelta se deben al calor que hacía aquel día.

Siendo también el flamante director de Radio El Mercurio, cuyos estudios estaban en Plaza Bulnes 47 y su señal en el CB 138 del dial, Deformes escribió a inicios del mismo año de 1950 a la Nobel de Literatura, Gabriela Mistral, invitándola a participar del guión de un nuevo programa. Eran los tiempos en que ella hacía su vida entre Estados Unidos y México. Sin embargo, la poetisa se excusó de participar, manifestando de vuelta sus aprehensiones sobre el medio “El Mercurio”, aunque Deformes respondió en una segunda carta que ya no había relación entre aquella casa periodística y la radio con el mismo nombre, pero comprendiendo las expresiones de la autora. Ambas cartas mecanografiadas están en el Archivo del Escritor, sección Gabriela Mistral, en la Biblioteca Nacional de Santiago.

Empero, no hubo distancias entre Gabriela y Renato a pesar de la geografía y los contextos de tiempo: solo unos años después, cuando ella realizó su último viaje a Chile en 1954, Deformes venía con la escritora a bordo del vapor Santa María, quedando algunos testimonios fotográficos de aquel encuentro.

El señor de las radios contrajo matrimonio con doña Eugenia Torres, con la que tuvo dos hijos: Renato y Jorge Deformes. El primero ha continuado divulgando detalles de la vida de su padre que reproducimos acá, es preciso observar. El locutor también fue contratado para trabajar en actividades radiales en Uruguay, en 1956, y cuando regresó a Chile trabajó en la Radio Sociedad Nacional de Minería. Llegó a ser presidente del Sindicato Radial de Chile, de hecho. 

Poco después, su nombre estaba en la cartelera de Radio del Pacífico, sucesora de La Chilena Consolidada. Allí compartía estudios con otras figuras radiales como Hugo Ortega, María Llopart, Osvaldo Muñoz Romero (Rakatán), Guillermo Zurita y Eduardo de Calixto.

Los grandes eventos y festivales no estuvieron ajenos a su actividad. En las celebraciones patrias de Coquimbo de 1963 fue presentador y animador del Concurso de Canciones Chilenas y Conjuntos Folclóricos, que se celebraba en el Estadio Municipal de la ciudad, siendo transmitido por Radio Balmaceda, otra de las tantas radios de Santiago en las que trabajó, y también en la Radio Riquelme de Coquimbo. Estos eran, pues, los orígenes de la famosa Fiesta de La Pampilla, conocida como “la más grande de Chile”. Deformes fue, además, director de la Radio Cruz del Sur de Santiago en algún período.

Ya hacia el final de su vertiginosa aventura profesional, don Renato conducía también un programa radial llamado “Mensaje”, de corte solidario y benefactor. Su currículo -del que acá hemos hecho solo una apretada síntesis- había alcanzado un volumen asombroso, incluyendo también serios roces con la influencia de autoridades de la Unidad Popular sobre los medios a inicios de los setenta, y luego labores informativas en tiempos dictatoriales, algo que muchos después le reprocharían desde una interpretación más política. 

Su prestigio como hombre de radio, sin embargo, ha sido ampliamente reconocido, especialmente por su aporte a la entretención y el dinamismo de la misma, aportando una gran cuota a lo que fuera la edad dorada del dial chileno.

Tras toda aquella intensa vida al servicio de las comunicaciones, Renato Deformes falleció a fines de agosto de 1990. Sus restos quedaron en un columbario del Cementerio General, como testimonio que dejó tras de sí la senda recorrida por uno de los personajes más importantes e innovadores de la radiofonía en Chile.

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