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LA PENSIÓN MADRILEÑA: COMIDA Y ALOJO EN EL MERCADO CENTRAL

La última cuadra de calle 21 de Mayo junto al Mercado Central, en donde estaba la Pensión Madrileña. Imagen de Obder W. Heffer Bisset, probablemente hacia 1910-1920, publicada por Pedro Encina en el Flickr de Santiago Nostálgico.

La Pensión Madrileña había nacido casi con el siglo XX en la dirección de calle 21 de Mayo 831, vecina al Mercado Central y casi llegando a la antigua calle del Mapocho que hoy es Ismael Valdés Vergara. El lugar resultó de la actividad recreativa que precipitó sobre el barrio la creación del mismo mercado y también fue anticipo de la que luego vendría con la estación de ferrocarriles, los clubes y los hoteles; esa concentrada en el famoso "barrio chino" de calle Bandera pero con satélites de entretención bohemia salpicando incluso hasta estas calles más al oriente.

La pensión fue fundada en un antiguo caserón de la cuadra por el comerciante Pedro Ruiz Medrano, ciudadano español que hizo su residencia en Chile y quien había tenido negocios como boticario, además. Hacia los días del Centenario Nacional, por ejemplo, compraría la Farmacia Alemana de Alameda de las Delicias 1516 esquina de San Ignacio.

El nombre que don Pedro había dado a su pensión y restaurante en el barrio Mapocho era un evidente homenaje a su natal Madrid, usando también el antiguo escudo de armas de la ciudad, con dos cuarteles y un dragón en el diseño, como el emblema de marca o logotipo para el mismo negocio. Aquel era el escudo madrileño vigente en aquellos años, entre 1859 y 1967.

Debutando en publicidad impresa de la revista "La Lira Chilena" en 1906, el establecimiento de don Pedro ofrecía almuerzo o comida "con vino" por la muy módica suma de un peso. De hecho, enfatizaba lo económico de sus cobros como enganche. Contaba también con una cantina propia, atendida por coperos. Su comida era típica y muy abundante, al estilo de lo que hoy se llama "picadas", o al menos de eso se jactaba entonces, de seguro abastecido con los productos frescos de los vecinos mercados. "Los que llegan a Santiago, los que deseen comer bien y gastar poco, tomen nota de lo que pasa en la Pensión Madrileña", decía uno de sus avisos en aquel medio.

Para sus servicios de alojamiento, en tanto, disponía de piezas amobladas para matrimonios, viajeros y pasajeros con o sin pensión. También tenía cuartos especiales para alojar a clientes venidos desde provincias, dando la pelea con hoteles y hostales mucho más grandes y bien constituidos que llegaron con la apertura de la Estación Mapocho, desde la década del diez.

Mercado Central de Santiago hacia 1880-1900, esquina de Mapocho con Puente, en postal de época. Se observan sus antiguas cúpulas y el frente que tenía el edificio en su cara norte.

Publicidad para la Pensión Madrileña en la revista "La Lira Chilena", año 1906.

Más publicidad para la pensión en la misma revista "La Lira Chilena", esta vez con caricaturas. Hace ostentación de sus convenientes precios y lo abundante de sus platos, se entiende. Publicada en el año 1906.

Los dos principales polos de influjo popular en el origen del barrio bohemio en Mapocho, hacia 1920: el Mercado Central, con su intenso comercio, y al fondo la Estación Mapocho con toda la actividad hotelera y recreativa derivada. Imagen publicada por sitio Fotografía Patrimonial, tomada desde la esquina de 21 de Mayo, aproximadamente.

Como buen boliche del sector del Mercado Central, la Pensión Madrileña solía ofrecer sus "ricos caldos para los débiles", destinados a componer el cuerpo a los trasnochados y encañados. Es de suponer, entonces, que abría desde muy temprano cada día y debía cerrar con la noche misma. Aparecen con cierta frecuencia algunos pequeños avisos suyos en las secciones de clasificados de los periódicos en cierto período, aunque su formato de pensión y comedor estaba repetido en varios otros negocios del mismo barrio y de toda la ciudad, en aquellos años.

Ya en la década del veinte, la dirección de la Pensión Madrileña estaba corregida al 843 de la misma calle, suponemos que por alguna subdivisión o acomodo de su espacio original. Para 1927-1928, ofrecía en aquel número piezas para pensionistas que podían ser reservadas por días o meses por los viajeros, quizá sus principales clientes, llegados desde la misma actividad ferrocarrilera de la Estación Mapocho. En aquel período, su competencia más directa debió ser el Hotel Majestic, que tenía dirección en el 815 de la misma cuadra.

Sin embargo, la aparición de espléndidos hoteles en los alrededores, como el Bandera, el Cattani, el Bristol, el Excélsior o el Luna Park del lado chimbero, eran demasiada competencia para una modesta pensión con cocinería económica. Una nueva generación de locales recreativos más modernos e interesantes también llegaba a la sazón hasta esas manzanas, con propuestas como La Playa Chonchi en San Pablo con Puente, el Club Alemán de la vecina calle Esmeralda, el Can-Can y el Patio Esmeralda ubicados enfrente del anterior, la célebre Posada del Corregidor un poco más al oriente en la casona colonial de la plaza, etc.

La Pensión Madrileña pertenecía ya a otra época, evidentemente: una ya superada por el desarrollo comercial de Santiago.

Desaparecido de las guías turísticas, su dirección y ubicación originales fueron ocupadas por el Instituto Técnico Comercial, extendiendo cursos de inducción laboral y lo que hoy llamaríamos capacitaciones en el rubro, hacia los años treinta y cuarenta. Actualmente, el lugar que alguna vez fue de la Pensión Madrileña, es un edificio remodelado radicalmente en un par de ocasiones, y todo el primer nivel corresponde a un supermercado. ♣

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